Estoy profundamente decepcionada de que Estados Unidos haya cumplido sus anuncios de renunciar al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Para nosotros, el Consejo de Derechos Humanos es el foro central intergubernamental para abordar cuestiones de derechos humanos y un componente importante del orden internacional. En momentos en que el multilateralismo y los derechos humanos están bajo una gran presión en todo el mundo, tenemos un gran interés en preservar y fortalecer dicha institución. Necesitamos promover nuestras preocupaciones dentro del Consejo, lo cual significa, en particular, insistir en la universalidad e indivisibilidad de los derechos humanos y rechazar los intentos de relativización. Deberíamos discutir las críticas al trabajo del Consejo de Derechos Humanos desde dentro, no desde afuera.

También me gustaría señalar expresamente los éxitos del Consejo de Derechos Humanos. Por ejemplo, ha establecido la Comisión de Investigación (CoI) sobre Siria, que ha contribuido significativamente a documentar las violaciones más graves de los derechos humanos cometidas por todas las partes en el conflicto. En el proceso de reconciliación de Sri Lanka, ha jugado un papel crucial y ha establecido un marco. El CDH también es un foro extremadamente importante para la sociedad civil, ya que ahí puede abordar quejas de manera pública.

En el pasado, Estados Unidos ha sido un socio importante para nosotros en el Consejo para la defensa de los derechos humanos en todo el mundo. Es muy triste que los Estados Unidos ya no quieran perseguir este objetivo común en este foro central e internacional pertinente para ello.