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Mensaje del Ministro Federal de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, con motivo del Año Nuevo judío 5779 (Rosh HaShaná)

Rosh HaShaná

Rosh HaShaná, © (c) colourbox

10.09.2018 - Artículo

¡A todos los judíos y judías, a sus familiares y amigos en Alemania y en el mundo entero les deseo un Año Nuevo 5779 lleno de salud y bendiciones y unas felices y sosegadas fiestas!

Les deseo de todo corazón que celebren estos días albergando esperanza y confianza en el futuro.

Pero también soy consciente de que muchos de ustedes rememoran el año que acaba de terminar con gran preocupación. Aquí, en Alemania, de una manera triste y repulsiva a la vez, se ha evidenciado cuan arraigado sigue estando, por desgracia, el ideario antisemita en las mentes de muchas personas y también cuan súbitamente se abren camino los incidentes antisemitas. Es vergonzoso e insoportable. Todos, sin excepción, estamos llamados a oponernos. No aceptaremos que haya jóvenes que se burlen de sus compañeros de clase a causa de sus creencias religiosas, tampoco que, por miedo, la kipá solo se lleve a escondidas ni que haya artistas, políticos y publicistas que relativicen el Holocausto.

Nos posicionamos decididamente contra todo ello, ya sean provocaciones deliberadas y rupturas de tabúes o intentos de alterar sucesivamente el marco fundamental de la convivencia social. Siempre debemos tener esto muy presente: no debe darse por descontado que hoy en día – ochenta años después de que en toda Alemania ardieran sinagogas y de que se abriera la senda que conducía al abismo de la Shoá –, la vida judía haya vuelto a ser parte integrante de la sociedad alemana. Es un privilegio por el que no solo estamos profundamente agradecidos, sino también un privilegio que aceptamos con humildad. Un privilegio que también implica responsabilidad: tenemos que poner todo de nuestra parte para que en Alemania los judíos puedan practicar su religión libremente y con la seguridad necesaria. Tenemos que defender los derechos humanos, la tolerancia y la paz. Tenemos que alzarnos contra el antisemitismo, no solo aquí en Alemania, sino en todas partes y en todo momento.

A Israel le deseo que se puedan encontrar soluciones justas y viables que aseguren una convivencia pacífica en Oriente Próximo. Solo entonces podrá haber por fin la seguridad que todos llevan deseando tanto tiempo. Alemania continuará poniendo todo su empeño en este sentido.

Shana tova u‘metuka!

 

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