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Annegret Kramp-Karrenbauer –El rostro del partido CDU a nivel federal hacia la tercera década del siglo

AKK

AKK, © SVEN SIMON

14.12.2018 - Artículo

El año 2018 trajo para la política partidista a escala nacional alemana la figura de una mujer que, por una parte, buscará continuar el legado de su antecesora y, por el otro, ajustar el perfil de su partido a la nueva realidad alemana.

Bajo la luz de los grandes reflectores de la política alemana, el 2018 arrancó con el Congreso del Partido Unión Cristiano Demócrata (CDU), el principal partido conservador de Alemania, encabezado por la Dra. Angela Merkel, quien también es Canciller Federal desde el año 2005. El 26 de febrero la política originaria del estado de Sarre Annegret Kramp-Karrenbauer, era elegida Secretaria General del Partido (la “número dos” del liderazgo en el país) con 98.87% de votos.

Mucho se ha escrito, ya también en español, sobre su biografía y aspectos de su personalidad. Igualmente, desde su elección como Secretaria General empezó a interpretarse como parte de una posible estrategia dentro de CDU para preparar una transición importante: la sucesión que eventualmente tendría que llegar. ¿Quién seguirá después de Angela Merkel? No solo al frente del partido, sino del país. Otros analistas apuntaron al hecho que la nominación de Kramp-Karrenbauer, apoyada explícitamente por Angela Merkel, era la jugada de la propia líder conservadora para programar su retiro –fuese gradual o absoluto– de la política partidista y el gobierno.

Cuando AKK, como se la conoce en los círculos políticos y los medios de comunicación, fue electa y asumió la Secretaría General del partido, en ese mismo congreso la CDU aprobó el texto negociado entre ese partido y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) como contrato de coalición gobernante para la legislatura del Bundestag que había sido electa en septiembre de 2017. Si bien la elección de la Secretaria General no estaba dada por la formación de un nuevo gobierno federal, el protagonismo que jugaría AKK ya no podría desligarse de la dinámica que imprime al partido el proceso de iniciar un nuevo gobierno.

El tiempo que demoró la formación de gobierno federal para la legislatura 2017-2021, y que no se constituyó sino hasta el 14 de marzo de 2018, es reflejo de un nuevo panorama de la política en Alemania: el mayor número de partidos con representación en el Parlamento ha disminuido el volumen de diputados de los partidos tradicionalmente más grandes (CDU y SPD). La imposibilidad de acordar una coalición de gobierno entre CDU y los partidos Liberal (FDP) y Verde, en parte por la diferencia fundamental en la política de migración y refugio, ayuda también a ubicar la importancia que este tema tiene para Alemania post verano de 2015 –el momento más agudo del fenómeno migratorio. Igualmente trascendente en este escenario es el ingreso del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) al parlamento federal y los parlamentos estatales, resultado del desplazamiento de votantes otrora de los grandes partidos y de los apáticos que se habían abstenido de votar, hacia esta nueva formación con propuestas y discursos polémicos.

De esta forma se puede entender aún más importancia de la figura de Annegret Kramp-Karrenbauer: han sido meses de aprendizaje de la política federal en momentos determinantes para el gobierno federal, enfrentado a disputas intensas entre los tres partidos que conforman la Gran Coalición: CDU, SPD y el aliado conservador del estado federado de Baviera, la Unión Cristiana Social (CSU). Como Secretaria General es ella quien ha tenido que mediar entre los liderazgos estatales y locales, así como la membresía nacional de CDU, y las decisiones que toma y asume la Canciller –pues Angela Merkel dedica la mayor parte de su tiempo al trabajo de Jefa del Gobierno alemán.

Al llegar el otoño boreal, llegaron también dos citas electorales importantes a Alemania: las elecciones en los estados federales de Baviera (el 14 de octubre) y Hessen (el 28 de octubre). En ambas citas, la familia política conservadora perdió poco más de 10 puntos porcentuales de votos (-10.5% para CSU en Baviera, -11.3 para CDU en Hessen), con ganancias similares para los partidos AfD y Verde. Estos resultados fueron leídos de forma general por CDU y la opinión pública como la respuesta del electorado a las políticas y el proyecto de más amplio que se identifica en la figura de la Canciller Merkel.

Vistos los resultados electorales, como ya se empezaba a manejar antes del 28 de octubre, la Canciller Merkel anunció el lunes 29 de octubre que tenía la intención de concluir su mandato al frente del poder ejecutivo (en 2021), pero también expresó que no buscaría su reelección como Presidenta del partido en el Congreso que se llevaría a cabo en diciembre de 2018, así como tampoco participaría en ninguna otra elección a cargo de gobierno ni partidista. Merkel anunciaba el fin de 18 años de presidir la CDU y –previsiblemente– 16 años como Canciller Federal. En un mismo día dejó claro el calendario del fin de su liderazgo. Eso significa la apertura de varios procesos de cambio: el liderazgo del partido, pero también el liderazgo del país. Este, su cuarto periodo de gobierno, será el último.

A partir de ese momento se inauguró la competencia interna en la CDU para suceder a Merkel. Además de la candidata casi natural, Kramp-Karrenbauer, se sumaron a la contienda interna dos políticos conocidos: Jens Spahn, el actual Ministro Federal de Salud, y Friedrich Merz, antiguo jefe de la fracción del partido en el Bundestag, y quien se había retirado de los reflectores políticos en 2009. Después de dos semanas de campaña al interior de CDU y 8 conferencias regionales, el 31 Congreso del partido se reunió en Hamburgo los días 7 y 8 de diciembre. En la segunda ronda de votación el viernes 7 de diciembre, AKK fue electa Presidenta de CDU con 51.75% de votos de los delegados. El cargo lo asumió ese mismo día 7, y al día siguiente se votó la posición de Secretario General. Este cargo recayó en Paul Ziemiak, líder de la organización de jóvenes del partido, propuesto por AKK al pleno para que lo acompañe en su trabajo al frente de la CDU.

El partido Unión Demócrata Cristiana, que ha gobernado Alemania 49 años de los 69 años que hoy tiene la República Federal con cancilleres surgidos de sus filas, tiene listo al liderazgo que deberá disputar la elección de otoño de 2021 para elegir la 20 legislatura del Bundestag. Y aunque la fecha parece muy lejana aún, parece que en el partido está clara la necesidad de asentar desde ahora las bases políticas y los perfiles de las mujeres y hombres que estarán en las boletas en el proceso de 2021, pero también de quienes serán votados en mayo de 2019 en la elección para el Parlamento Europeo en la que eligen los ciudadanos de toda la Unión Europea, y que al frente de la lista de la familia conservadora europea (el Partido Popular Europeo) lleva al ciudadano alemán y miembro de CDU Manfred Weber. Igualmente, Kramp-Karrenbauer y Ziemiak tienen frente de sí el calendario de elecciones comunales y regionales alemanas.

Los desafíos esenciales de AKK son revertir el desplazamiento de histórica centralidad de su partido en el escenario político alemán, que está siendo ocupada por un partido bastante más a la derecha de la CDU, el joven AfD, y otro que tiene más tiempo presente en la política, pero que ha subido su atractivo a los votantes de perfil conservador: el partido Verde. Desde el cuartel general de la CDU, la Casa Konrad Adenauer en Berlín, deberán reencausar los mensajes de los valores conservadores y hacerlos claros para los electores. Tendrán que señalar las diferencias y los riesgos de llevar el discurso y las acciones políticas al campo que hoy domina AfD, que es una visión que se aleja de la senda prointegración europea de la República Federal, o del aumento de la responsabilidad internacional que Alemania ha asumido desde la reunificación del país en los años 90.

La Canciller Merkel tiene una agenda llena de desafíos en el frente doméstico y con los vecinos europeos, al igual que en la arena internacional. La confianza y apoyo de Merkel a Kramp-Karrenbauer como su sucesora en la CDU puede ser también un guiño para impulsar que en la elección de 2021 AKK sea la segunda Canciller mujer en la historia de Alemania. Y que CDU siga al frente del gobierno federal con sede en Berlín.

Zirahuén Villamar (@zirahuenvn), en exclusiva para CAI, diciembre 2018.


Zirahuén Villamar nació en la Ciudad de México, donde trabajó para una Fundación Política alemana; hoy escribe su tesis doctoral sobre política exterior germana en la Universidad Libre de Berlín. Disfruta la intensidad cultural y política berlinesas, se considera afortunado de ser testigo de estos años interesantes.

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