Han pasado seis meses desde las elecciones presidenciales fraudulentas en Bielorrusia. Y desde entonces hemos sido testigos del despertar político del pueblo de Bielorrusia, su despertar.

Se mantienen firmes en su búsqueda pacífica de la libertad y la democracia, a pesar de la violencia de los cómplices de Lukashenko, a pesar del intenso frío durante las marchas de protesta, a pesar del riesgo de detenciones.

El genio de la democracia ha salido de su lámpara y no hay forma de volver a meterlo en ella.

En los últimos meses, muchos se han convertido en héroes en Bielorrusia: artistas, personal médico, estudiantes, gente mayor... y mujeres bielorrusas. Y especialmente tú, querida Svetlana. Tu valor ha inspirado a muchas personas en Bielorrusia y en otros lugares.

Tengan la seguridad de que Alemania y la Unión Europea están de su lado.

Hemos impuesto sanciones contra Lukashenko y su régimen. Y hemos creado un Plan de Acción de la Sociedad Civil para Bielorrusia con hasta 21 millones de euros. Ofreceremos becas a los estudiantes que hayan sido expulsados de sus escuelas y universidades por participar en manifestaciones. Apoyaremos a los medios de comunicación independientes.

Prestaremos asistencia psicológica a las víctimas de la tortura y concederemos a los bielorrusos perseguidos refugio en Alemania. Y estableceremos un mecanismo para reunir pruebas contra quienes violen los derechos humanos. Llegará el día en que tendrán que rendir cuentas.

Llegará el día en que el pueblo de Bielorrusia pueda vivir en democracia, libertad y Estado de derecho.

Y ese día se lo deberemos a su energía, valor y determinación.

Muchas gracias.