En Ucrania y Myanmar estamos siendo testigos de la forma brutal en que las minas antipersonas matan, mutilan y lesionan a las personas y destruyen sus medios de subsistencia. La mayoría de las víctimas de las minas son civiles, y la mitad de ellas son niños. Las minas antipersonas tienen efectos devastadores, incluso años después de que las guerras y los conflictos armados hayan terminado. No puede haber justificación para el uso de estas armas asesinas y traicioneras.

¿Qué es la Convención de Ottawa?

La Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción, firmada en Ottawa a finales de 1997, es la prueba de que se pueden emprender acciones eficaces a escala internacional. Se trata de una de las convenciones de mayor éxito en el ámbito del control de armas con fines humanitarios, y ha supuesto un avance decisivo para el derecho internacional humanitario. En el 25º año de la Convención, Alemania ha asumido su Presidencia. Durante todo el mandato de un año de Alemania, que se extiende hasta la Reunión de los Estados Partes en noviembre de 2023, intentaremos avanzar en varios frentes.

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Mientras que 164 países del mundo han firmado la Convención, 32 aún no lo han hecho. El Gobierno alemán hará todo lo posible para que todos los países del mundo se adhieran a esta importante Convención, con el fin de garantizar que las minas antipersona no vuelvan a utilizarse nunca más en ningún lugar. Durante su Presidencia, Alemania también quiere redoblar los esfuerzos para afrontar mejor los nuevos retos que plantean los artefactos explosivos improvisados, utilizados en particular por grupos armados no estatales. Además, Alemania quiere estructurar mejor la cooperación entre los países afectados por las minas y los que apoyan los esfuerzos contra las minas.

¿Qué hace Alemania?

Alemania ha desempeñado durante muchos años un papel de liderazgo en la lucha de la comunidad internacional contra las minas antipersona, y es uno de los mayores financiadores del mundo, solo superado por la UE y Estados Unidos, de la acción humanitaria contra las minas, la asistencia a las víctimas y la educación para la concienciación sobre el peligro de las minas. En 2022, Alemania ha financiado proyectos en 13 países y regiones con un valor de casi 60 millones de euros. Estos proyectos se centran, entre otros, en Colombia, Sudán del Sur y Sri Lanka, así como en Afganistán y Bosnia y Herzegovina.

Ya desde 2015, Alemania también aporta financiación a proyectos de desminado en Ucrania. Desde el inicio de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, el Gobierno alemán ha ampliado su apoyo en el país y, en lo que va de año, ha puesto a disposición más de 6,5 millones de euros para acciones humanitarias contra las minas, educación para la concienciación sobre el peligro de las minas y asistencia a las víctimas. La financiación también se utiliza para formar y equipar a los dragaminas. Mantendremos estos esfuerzos, en 2023 y más allá. Es lo que nos comprometimos a hacer cuando firmamos la Convención, y es una parte importante de nuestra línea de ayuda humanitaria.

El objetivo declarado de la Convención de Ottawa es poner fin al sufrimiento causado por las minas antipersonas en todo el mundo. Durante el próximo año, el Gobierno alemán hará todo lo posible por cumplir esta promesa.