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Directrices para una política exterior feminista: Política exterior para todos
Las sociedades son más pacíficas y prósperas cuando todas las personas pueden participar en pie de igualdad en la vida política, social y económica. Por ello, el Servicio Exterior se ha fijado unas directrices para contribuir a alcanzar estos objetivos globales. De eso se trata:
No un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar un fin
En muchos lugares del mundo siguen existiendo desventajas estructurales. La política exterior feminista contrarresta esta situación y empieza en la propia organización. Las directrices para una política exterior feminista proporcionan un marco para la actuación de todo el personal del Servicio Exterior y fomentan la reflexión y la iniciativa propia. Fueron formuladas junto con socios internacionales, personal del Servicio Exterior y en diálogo con la sociedad civil. Alemania sigue así el ejemplo de otros países, como Suecia, Canadá o México. La Ministra de Exteriores Baerbock presentará las directrices este miércoles.
Los derechos de la mujer son un indicador del estado de las sociedades. Sin embargo, la política exterior feminista no se dirige en absoluto sólo a las mujeres. Más bien, una política exterior feminista presta más atención a las personas marginadas por su origen, religión, identidad de género, discapacidad, identidad sexual u otras razones. Una mirada a lo largo y ancho del planeta muestra que en muchos lugares la protección jurídica de las mujeres y los grupos marginados es incompleta y su participación en los procesos de toma de decisiones es más difícil. El acceso a la educación, a las redes y a los recursos financieros sigue siendo desigual. Para hacer frente a esta situación, la política exterior feminista combina los principios con la acción pragmática.
Un hilo conductor para la política exterior alemana
Diez directrices proporcionan un marco y una dirección para las acciones del personal del Servicio Exterior, tanto interna- como externamente. La política exterior feminista, centrada en los derechos, la representación y los recursos de las mujeres y los grupos marginados, afecta a todos los ámbitos de trabajo del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores. En la política de paz y seguridad, por ejemplo, se trata de la participación en los procesos de paz; en la ayuda humanitaria y la gestión de crisis, se tienen más en cuenta los riesgos interseccionales y específicos de género; y en la política exterior cultural y social, las personas marginadas en el arte y la cultura, la investigación y la ciencia, la educación y los medios de comunicación pueden hacerse más visibles gracias al fomento.
Y el Servicio Exterior también se fija objetivos ambiciosos en la asignación de fondos para proyectos: Para 2025, el 85% de los fondos para proyectos deberán asignarse de forma que también se tengan en cuenta las necesidades de las mujeres y los grupos marginados. Al fin y al cabo, que las mujeres tengan voz cuando, marca la diferencia, por ejemplo, cuando se reconstruye un pueblo destruido por Boko Haram en Nigeria y se tengan en cuenta sus necesidades., Al final, hay más seguridad para toda la sociedad. Y el ocho por ciento de los fondos del proyecto se destinarán específicamente a promover la igualdad de género.
La actuación en política exterior sólo puede ser creíble, si también cambian los modos de trabajar en el Servicio Exterior. Por ello, las directrices abordan también los aspectos que deben tratarse dentro del Servicio Exterior para reforzar la igualdad de oportunidades, la diversidad y la inclusión y entusiasmar a las personas más diversas con sus talentos y capacidades por desempeñarse en el Servicio Exterior, para que éste pueda ser un reflejo de una sociedad alemana moderna y con visión de futuro.
Una cosa está clara: la política exterior feminista no es una varita mágica que pueda eliminar todas las dificultades, pero es un paso importante y tardío en la dirección correcta. Se seguirá desarrollando constantemente en diálogo con la sociedad civil y los socios internacionales y se adaptará a los retos.