A partir del 11 de noviembre, la comunidad internacional se reunirá en Bakú (Azerbaiyán) para celebrar la 29ª Conferencia sobre el Cambio Climático (COP29) y uno de los puntos centrales es la financiación de la lucha contra el cambio climático. El actual objetivo de 100 mil millones de dólares anuales finaliza en 2025. Los países industrializados se habían comprometido a movilizar anualmente esta cantidad para fomentar medidas de protección del clima en los países en desarrollo. En esta edición, el Gobierno alemán está haciendo campaña para establecer un nuevo enfoque de la financiación climática porque está claro que los fondos públicos por sí solos no serán suficientes: el sector privado también necesita incentivos para aumentar sus inversiones.

Al fin y al cabo, las inversiones en la transformación verde, ya sea en Alemania como a escala internacional, son también inversiones en la estabilidad global y, por tanto, también en la seguridad alemana y europea. Solo en Europa, se calcula que la crisis climática habrá causado daños por valor de 13 400 millones de euros en 2023 de ahí que no tomar medidas también supondría enormes costes adicionales. Cada décima de grado de aumento de la temperatura que se evita reduce también el número de inundaciones, incendios e inestabilidad y, por tanto, el potencial de conflicto mundial.

La COP28 celebrada en Dubai en 2023 adoptó importantes resoluciones, como abandonar los combustibles fósiles, triplicar las energías renovables en todo el mundo, duplicar la eficiencia energética y detener la deforestación. El Gobierno alemán quiere seguir por este camino y, junto con la comunidad internacional, encontrar la manera de poner en práctica las resoluciones, por ejemplo, en lo que respecta a la ampliación de las redes eléctricas y el intercambio de especialistas en transformación verde.

Texto original . Traducción RDZ Mexiko