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Declaración de Gobierno federal a través de su Canciller: los planes de Alemania para los próximos años
Bundesadler, © dpa.
El 21 de marzo de 2018 –una semana después de jurar nuevamente el cargo como Canciller Federal– Angela Merkel presentó ante el pleno del parlamento federal los ejes de su trabajo al frente del gobierno para el periodo que terminará en 2021: la Declaración del gobierno o "Regierungserklärung"
A las 13:00 del miércoles 21 de marzo, durante la 22ª sesión de la actual legislatura del Bundestag, la Canciller Federal presentó a lo largo de una hora su evaluación de la situación actual de Alemania, y lo que su gobierno propone hacer para hacer frente a los desafíos del país y su entorno. El mensaje fue claro, autocrítico de los resultados de algunas de sus decisiones a lo largo de su gobierno anterior; incluso fue duro frente a los dichos de algunos de sus compañeros de partido la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) y sus socios de Bavaria, la Unión Social Cristiana (CSU).
La Canciller inició su discurso señalando que a pesar de los logros económicos del país y las ventajas que esto ha supuesto en una perspectiva regional y global, la percepción de las y los alemanes es otra. La sociedad está preocupada por su futuro y por las distintas formas en que se han manifestado las diferencias –incluso divisiones– dentro del país, aumentadas en los últimos tres años a partir del enorme flujo de refugiados y su incorporación a la cotidianidad alemana. La Canciller fue crítica de su propia expresión: “Wir schaffen das!” (“¡lo lograremos!), que llamó una frase “increíblemente banal”, pero cristalizó la discusión alrededor de esa decisión y las políticas que le han seguido.
De esta forma, la Canciller Merkel expuso su primer punto del mensaje: los refugiados. Aceptó que en su gobierno, al igual que los socios de la Unión Europa (UE) y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), fueron ingenuos al no haber medido las consecuencias de la enorme crisis que empezó a forjarse años atrás en el medio oriente y en norte de África, pues no apreciaron la escala del problema que luego se expresaría dentro de sus propios países. En retrospectiva –dijo la Canciller– “era claro que la política exterior y la política interior no son separables.”
Alemania recibió en su territorio a centenas de miles de refugiados que la comunidad internacional casi olvidó, y eso fue una prueba para toda la sociedad. Una acogida de esa dimensión no puede repetirse nunca más, pues eso significaría que Alemania, ni la Unión Europea y ni el resto del mundo aprendieron de esta experiencia. Hecho ese balance, la Canciller describió seis elementos de la política del gobierno sobre refugio: primero, detener el flujo de personas hacia Europa, con la ayuda de socios europeos y de Turquía; segundo, no permitir nunca más un recorte a los programas de ayuda de la Organización de las Naciones Unidas para refugiados y desplazados; tercero, combatir las causas de la emigración; cuarto, fortalecer las fronteras externas de Europa para evitar obstáculos dentro del Espacio Schengen, así como aumentar la colaboración entre instituciones de seguridad intra-europeas para evitar el terrorismo. Cinco, Alemania garantiza el derecho de refugio a quienes cumplan los criterios, pero quienes no lo hacen, deben dejar el país. Sexto, aquellos refugiados que permanecen en el país, deben integrarse sin demora a la sociedad, y eso se logra aprendiendo el idioma; los jóvenes y adultos formándose profesionalmente, y los niños yendo a la escuela. La Canciller fue enfática que Alemania cumple con sus compromisos humanitarios nacionales, dentro de la Unión Europea e internacionales, pero que estos no pueden superar el ingreso de entre 180 mil y 200 mil refugiados por año.
El segundo tema de la Declaración del gobierno fue el reto de inmigración e integración a la sociedad alemana. La Jefa del Gobierno alemán dijo que la República Federal tiene 50 años de experiencia con inmigración, misma que contribuyó al desarrollo de toda Alemania. El desafío es que ahora los hijos y nietos de esos migrantes tienen en promedio peores condiciones y oportunidades que le resto de los alemanes; ante eso el gobierno debe actuar. Este problema se ha agravado en los últimos años, y debe atenderse. Igualmente, reconoció que la inmigración es inseparable de la pluralidad.
Las sucesivas generaciones de migrantes han traído a Alemania su diversidad cultural y religiosa. En Alemania viven cerca de 4,5 millones de musulmanes, quienes en su gran mayoría rechazan la radicalización y el terrorismo islamista. Por eso, y en respuesta a comentarios de algunos de sus correligionarios de partido, la Canciller expresó: “con 4,5 millones de musulmanes viviendo con nosotros, su religión, el Islam, se ha vuelto una parte de Alemania. Sé que muchos tienen problemas para aceptar esta idea.” Indicó que el Gobierno federal que ella encabeza desea superar las divisiones abiertas en el país, entre aquellos que siempre han vivido ahí y los que han llegado. Pero también las brechas entre los ricos y los pobres, entre los jóvenes y los viejos. Lograrlo será una condición para vivir en una sociedad justa y cohesionada.
El tercer tema de su mensaje fueron los asuntos sociales: familia, vivienda, educación, salud y cuidado, pensiones. Anunció que se reducirá el impuesto post-reunificación para que las familias tengan mayores ingresos disponibles. Refrendó la solidaridad intergeneracional que supone no contraer deudas públicas. Anticipó un programa de inversión pública para construcción de vivienda. En temas de educación, anunció cambios en la legislación para que el sistema que actualmente es muy diverso y genera incertidumbre, sea más equiparable en cuanto las acreditaciones de estudios; igualmente, anunció un paquete de programas de digitalización de la educación. En materia de salud y seguridad social, la Canciller dijo que Alemania tiene un buen sistema comparado con otros países, pero aún así debe hacer modificaciones. Uno de ellos tiene que ver con los cuidados para los adultos mayores y para los recién nacidos, lo que reconoce uno de los grandes reclamos de una sociedad que envejece y que tiene una baja natalidad. Con una población que envejece, Alemania se enfrenta cada vez más al desafío de la pobreza entre adultos mayores. Por eso el Gobierno federal anunció medidas en materia de pensiones.
El siguiente foco de la Declaración fue el trabajo, que es el vínculo entre la sociedad y la economía. El plan del gobierno federal es alcanzar una tasa de pleno empleo para el año 2025, para lo cual se enfrenta a un doble problema: por una parte, en todas las ramas económicas hay alta demanda de fuerza de trabajo, para la cual se propondrá una legislación para atraer migrantes calificados; y por la otra, hay que incorporar a aquellos desempleados de larga duración mediante su capacitación en nuevos sectores.
Como quinto tema, la Canciller Merkel abordó los desafíos de la economía alemana. Identificó que los mayores retos son la digitalización de la economía, la competencia global especialmente de países emergentes –y mencionó a China–, y la protección del clima. El gobierno no puede consentir un business as usual, pues las industrias alemanas que hoy son punteras en los mercados internacionales, podrían ser cosa del pasado en cinco o diez años: automóviles y su cadena de suministros, farmacéutica, química y maquinaria. Sobre el asunto del transporte, indicó que el caso de los automóviles con motores a diesel demuestra lo complejo del problema de la movilidad, y aclaró su postura contra las prohibiciones a la circulación de estos autos en algunas ciudades. El desafío, señaló, es buscar alternativas. Esas alternativas solo pueden venir de una mayor inversión en investigación y desarrollo, al que comprometió como meta para el año 2025 alcanzar un equivalente de 3,5 % del Producto Interno Bruto. Algunos ejemplos de los rubros donde se hallan los mayores desafíos son la inteligencia artificial y las energías renovables.
Íntimamente vinculado a la digitalización de la economía está la información que poseen individuos y empresas. Esta será “las materias primas del siglo XXI, especialmente datos sobre las conductas y deseos de los consumidores”, según dijo la Canciller. Ante el riesgo del mal uso de esta información, el gobierno alemán reconoce que tiene ante sí un desafío enorme para actualizar la política y la legislación a la velocidad de los cambios en esta época. Pero la digitalización no es solamente los datos, sino también sus medios de transmisión, y su aplicación en la vida diaria. Y ante ella, el gobierno alemán se propone inversiones. Este fue el sexto tema del mensaje: la digitalización es un tema transversal a todas las políticas públicas.
El séptimo foco temático de la Declaración de la Canciller fue la política internacional. Fue enfática al decir que “el siglo XXI es el siglo de las soluciones multilaterales y de las instituciones multilaterales. Especialmente para el comercio.”, en clara alusión al anuncio del gobierno de Estados Unidos de elevar aranceles a importaciones de productos metalúrgicos provenientes de Europa. Después, se refirió a la Unión Europea y su importancia para Alemania: el futuro de una Europa unida no está en el egoísmo nacional o el retraimiento dentro de sus fronteras nacionales; solo en la Unión se podrán defender los intereses, los valores, la soberanía y el bienestar duradero de sus miembros. Ese fue un mensaje claro a la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea (conocido como Brexit), que actualmente negocia las reglas de su relación futura. Angela Merkel dejó en claro que este vínculo no podrá tener las mismas ventajas con las que hoy cuenta como miembro de la UE. También en la dimensión Unión Europea, la Canciller se refirió a las reformas necesarias para lograr una mayor gobernanza económica de la Unión, y especialmente de la zona Euro, que tendrá que impulsar junto con otros socios europeos.
La Canciller dijo que la actuación internacional de Alemania se da en marcos de alianzas, como la OTAN, a la que contribuirá fortaleciendo las propias capacidades nacionales, aumentando su gasto de defensa. En un mensaje con dedicatoria a parte de la oposición en el Parlamento y a la opinión pública germana, Angela Merkel apuntó que ningún socio de la Unión Europea ni de la OTAN piensa que Alemania invierte mucho en su defensa, ni teme por la militarización de sus vínculos con terceros países. Al tiempo que destinará más recursos en seguridad, Alemania aumenta también sus gastos en Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).
Aunque la relación con Reino Unido en el marco de la Unión Europa se debilitará una vez consumado Brexit, el vínculo en el marco de la OTAN permanece. En esa clave puede entenderse que la Canciller haya expresado su solidaridad con Gran Bretaña tras el intento de asesinato con un agente químico a un ex espía ruso en su territorio. La doctora Merkel subrayó la importancia de la responsabilidad de Rusia en muchas cuestiones abiertas en la agenda de seguridad mundial. En su mensaje ante el Bundestag, Angela Merkel destacó también la relación con Turquía: por una parte, vecino de Europa y aliado de la OTAN, contribuye a la seguridad combatiendo el terrorismo y es fundamental en el tema de control de migración; además, más de tres millones de habitantes en Alemania tienen raíces turcas. Por la otra, en tiempos recientes la relación se ha visto afectada con las operaciones militares turcas contra la minoría kurda en Afrin, y el encarcelamiento de críticos al gobierno turco.
La canciller Merkel terminó su discurso señalando que:
Al final de este período legislativo, me gustaría que este fuera el balance: nuestra sociedad se ha vuelto más humana, las divisiones y polarizaciones se han reducido, tal vez incluso superado, y la cohesión ha crecido nuevamente. Al final de esta legislatura, me gustaría ver que hemos logrado un fuerte impulso, y Alemania ha avanzado mucho en su andar a la era digital. Me gustaría ver, al final de este período legislativo, que hemos logrado uno punto de partida para Europa, y que Europa es más fuerte.
[Links]: Video del discurso de la Canciller Federal ante el Parlamento, en Berlín el 21 de marzo de 2018 (en alemán): https://www.bundestag.de/mediathek?videoid=7211351#url=L21lZGlhdGhla292ZXJsYXk/dmlkZW9pZD03MjExMzUx&mod=mediathek
Zirahuén Villamar nació en la Ciudad de México, donde trabajó para una Fundación Política alemana; hoy escribe su tesis doctoral sobre política exterior germana en la Universidad Libre de Berlín. Disfruta la intensidad cultural y política berlinesas, se considera afortunado de ser testigo de estos años interesantes. Twitter: @zirahuenvn