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Alemania vista desde afuera. Los hallazgos de un estudio alemán en el mundo.
La bandera alemana en el Bundestag, © Florian Gaertner/photothek.net
GIZ, la Corporación Alemana para Cooperación Internacional, publicó los resultados de su tercera encuesta para conocer algunas percepciones alrededor del mundo sobre Alemania.
En abril de 2018 la agencia GIZ, principal implementadora de la cooperación internacional de Alemania, dio a conocer los resultados de la tercera edición de su estudio Germany in the eyes of the world, un análisis cualitativo de las conversaciones con personas alrededor del mundo que opinan sobre cómo perciben a Alemania y lo que el país hace en el mundo. El objetivo de una investigación como esta es contar con información sustantiva de las contrapartes de GIZ y socios de Alemania en el mundo, que sirva para que actores clave en las esferas política, social y académica puedan tomar decisiones basados no solo en sus inquietudes sino también en aquellas de las personas, grupos e instituciones con los que se relacionan.
La información recabada en las entrevistas conduce a los autores del estudio hacia seis conclusiones principales:
- Expectativas que crecen constantemente
- Respeto por el tratamiento a los refugiados
- Valores estables
- Instituciones sólidas
- Una economía fuerte, aunque con tareas pendientes
- La “marca país” debe explotarse más
Sobre el primero de estos puntos, los observadores entrevistados creen que en tiempos de incertidumbres globales, Alemania y Europa deben actuar como garantes de los valores occidentales y por el bien común. El rol global alemán esperado es uno colaborativo y de responsabilidades en marcos multilaterales.
Respecto a las acciones emprendidas por Alemania frente a la crisis de refugiados de 2015, el estudio muestra que el país ha ganado reputación como un país solidario, con principios humanitarios; eso ha sembrado la perspectiva de un país más abierto –aunque también describe que desde fuera hay conciencia de los desafíos que el país asume internamente.
El tercer y cuarto hallazgos del análisis dan sustento a los anteriores: Alemania conserva sus valores de justicia y Estado derecho, se aprecia con instituciones estables y un estado de bienestar, además de que tiene una activa vida democrática. Empero, desde afuera se observa un peso tradicionalista en temas de género, pareja y familia.
La economía es un tópico acostumbrado cuando se piensa en Alemania. Las y los interlocutores de la GIZ ven un país laborioso, eficiente y con mucha calidad. Su sistema educativo de formación dual es paradigmático. No obstante, se observa un país adverso al riesgo, aunque esté implícito en la exploración de tecnologías y métodos que pueden reportar ganancias futuras. Ese escepticismo se percibe como un inconveniente para el desempeño económico por venir.
La sexta conclusión tiene un componente cultural importantísimo y es una demanda para que Alemania se promueva más a sí misma en el mundo. El país tiene muchos aspectos positivos que proyectar al mundo, que van más allá de la fama de sus autos o sus poetas y pensadores. Entre las y los entrevistados comparten la impresión que el mundo tiene interés por saber más de Alemania, pero el país aún no hace lo suficiente, con una estrategia adecuada, para darse a conocer como lo que es hoy: moderna, interesante y vibrante.
El estudio confirma otras impresiones
Resulta muy interesante que varias de las conclusiones del tercer estudio de GIZ coinciden con la observación del semanario británico The Economist, que en abril de este mismo año publicó un reporte especial centrado en Alemania, con un encabezado sugerente: “Cool Germany”. El titular acompañaba una imagen compuesta: la fotografía de la Puerta de Brandemburgo que en vez de la cuadriga que corona al monumento, tenía gigantesca figura del famoso peatón verde de los semáforos de la antigua República Democrática Alemana (la silueta de un hombre que camina portando un sombrero). La revista apuntó: “Alemania se está volviendo más abierta y diversa. Con el liderazgo adecuado, podría ser un modelo para el Oeste”.
GIZ realizó 154 entrevistas entre mayo y octubre de 2017, en encuentros que duraron aproximadamente una hora y media. Esta condición brinda a las personas entrevistadas la oportunidad de expresarse con amplitud y libertad sobre uno o varios de los 14 tópicos propuestos por GIZ (cooperación internacional, cultura, economía, educación, familia, investigación, medioambiente, medios de comunicación, migración, religión, salud, seguridad, sistema político, tecnología) u otro no sugerido que la persona eligiera.
Las y los entrevistados, además de distintos orígenes nacionales, religiosos y profesionales, pertenecen a diversos grupos de edad, cuentan con diferentes grados de experiencia o contacto con Alemania. Eso permite a la GIZ ofrecer un estudio representativo de una población más parecida al mundo: no todos hablan la lengua de Goethe ni conocen la historia de Alemania, sin embargo se interesan por el país, lo que ahí pasa y en lo que puede hacer en el mundo.
Latinoamérica observa a Alemania
De entre los 24 países elegidos para hacer las entrevistas, GIZ seleccionó dos países latinoamericanos: Brasil y México. Del primero eligieron ocho interlocutores, mientras que de México fueron seis. Las personas consultadas provienen de entidades gubernamentales (ministerios y agencias estatales), academia, sector empresarial y el periodismo. Revisando los estudios anteriores, se aprecia que los organizadores han procurado sondear también otros países. Para la primera edición del estudio, en 2011-2012, los países latinoamericanos seleccionados fueron Brasil y Chile; en la segunda versión (2014-2014) Brasil, Colombia y México.
Por tratarse de un estudio cualitativo orientado a la perspectiva global y no regional, GIZ no presenta datos agregados geográficamente que permitan al lector identificar sintéticamente cómo se ve Alemania desde América Latina. Lo que sí hay son menciones a la nacionalidad de los entrevistados cuyas frases fueron incluidas en el texto (de las 4,175 frases-declaraciones clave que se coleccionaron de las 154 entrevistas). La lectora o el lector interesado podrá buscar cuáles expresiones surgieron desde Brasil y México y trazar el hilo de las opiniones los 14 entrevistados latinoamericanos –aunque se puede adelantar una conclusión: desde México mucho de lo que de dice de Alemania está influido por el peso de la actual Administración del gobierno estadounidense.
Sobre la GIZ
GIZ es una entidad de la cooperación internacional alemana, y es la principal implementadora de la política de cooperación al desarrollo que la República Federal Alemana sostiene a través del Ministerio Federal Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), que comparte con el Ministerio Federal de Finanzas la propiedad de la agencia. La GIZ fue fundada en 2011, tiene sus sedes en Bonn y Eschborn, y es heredera de 40 décadas de experiencia en la cooperación de las agencias que se fusionaron para darle vida. Con cerca de 20 mil empleados a nivel mundial, alemanes y nacionales de cada uno de los 120 países donde está presente, es una de las mayores entidades de cooperación del mundo.
En Latinoamérica GIZ tiene presencia casi en toda la región, pues cuenta con oficinas en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay, Perú, y una oficina en República Dominicana para ese país y el Caribe. En los países cuenta con proyectos nacionales en rubros tan diversos como desarrollo agrícola, infraestructura sustentable, energías renovables, medioambiente y clima, economía y empleo, Estado y democracia, y desarrollo social. En el nivel regional, e incluso global, GIZ tiene proyectos donde varios países latinoamericanos son socios de esa escala de cooperación, además de los proyectos nacionales específicos antes referidos.
[Enlaces]
GIZ (2018) Germany in the Eyes of the World (en inglés): https://www.giz.de/en/worldwide/63559.html
Zirahuén Villamar (@zirahuenvn) en exclusiva para CAI, agosto 2018
Zirahuén Villamar nació en la Ciudad de México, donde trabajó para una Fundación Política alemana; hoy escribe su tesis doctoral sobre política exterior germana en la Universidad Libre de Berlín. Disfruta la intensidad cultural y política berlinesas, se considera afortunado de ser testigo de estos años interesantes.