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Mensaje del Ministro Federal de Relaciones Exteriores, Heiko Maas,con ocasión del Día de la Unidad Alemana el 3 de octubre de 2018.
HM, © (c)AA
Desde hace 28 años, Alemania nuevamente está unida en democracia y libertad. La división política forzada por la guerra fría fue superada hace ya casi tres décadas. En aquel entonces, fueron sobre todo ciudadanas y ciudadanos valientes del este de Alemania quienes provocaron la caída del Muro entre el Este y el Oeste. Pero también nuestros países socios tuvieron un papel importante en este contexto. La unidad alemana no habría sido posible sin su confianza en que una Alemania unida evolucionaría de manera pacífica y positiva en Europa.
También en este año muchos países depositaron una enorme confianza en nosotros. El pasado mes de junio, Alemania fue elegida por más de 180 Estados como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por un periodo de dos años. Para nosotros esta confianza por parte de la comunidad internacional supone el mandato de seguir contribuyendo con todos los medios a nuestro alcance, junto con nuestros socios, a la paz y la seguridad en el mundo. Ello solo es posible en el marco de un orden internacional basado en normas. El multilateralismo auténtico no debe cimentar el derecho del más fuerte sino crear condiciones justas para todos. A estos efectos, queremos ofrecer nuestra cooperación en una alianza en pro del multilateralismo abierta a todos los interesados.
El mundo del siglo XXI, marcado por una creciente interdependencia, exige que dejemos atrás el aislamiento. Aun cuando en todo el mundo actualmente estén avanzando corrientes nacionalistas y populistas, es acertado y es posible contrarrestarlas. A mediados de la década de los ochenta, casi nadie en la Alemania dividida habría imaginado que sería posible la caída del Muro de Berlín, y aun así, unos años más tarde, el Muro cayó.
Hoy en día seguimos esforzándonos, dentro de la Unión Europea y junto con nuestros socios en el mundo entero, por superar divisiones, por conciliar posturas antagónicas, por contribuir a solucionar crisis y conflictos a nivel mundial y por defender los derechos humanos y el Estado de derecho.
Una de las enseñanzas de la reunificación alemana es que el progreso real nunca puede darse a través de actuaciones en solitaria. Dependemos y seguiremos dependiendo los unos de los otros, y eso es bueno.