Durante muchos días existió el temor de que Jamal Khashoggi hubiera sido asesinado violentamente en el recinto del Consulado General de Arabia Saudita en Estambul; que haya sido verdad es estremecedor. Nada puede justificar este asesinato y lo condenamos enérgicamente. La defensa de la libertad de expresión y de prensa tiene una prioridad muy alta para Alemania, el Reino Unido y Francia. Independientemente de las circunstancias, amenazar a los periodistas, atacarlos o incluso matarlos es inaceptable y causa gran preocupación a nuestros tres Estados.

Expresamos nuestras condolencias a la familia del Sr. Khashoggi, a su prometida y sus amigos que temieron por él durante semanas y a quienes expresamos nuestras más profundas condolencias.

Tomamos nota de la declaración de Arabia Saudita sobre los resultados preliminares. Sin embargo, sigue habiendo una necesidad urgente de aclarar exactamente qué sucedió el 2 de octubre, más allá de las hipótesis planteadas en la investigación de Arabia Saudita, que deben ser respaldadas con hechos para ser creíbles. Por lo tanto, subrayamos que se necesitan y se esperan mayores esfuerzos para sacar a la luz la verdad de manera integral, transparente y creíble. Nuestra evaluación final dependerá de qué tan creíbles serán las otras explicaciones que se nos brinden sobre lo sucedido, y de hasta qué punto podemos confiar en que un incidente tan infame nunca vuelva a suceder. Por lo tanto, exigimos que la investigación se lleve a cabo exhaustivamente hasta que las responsabilidades queden claras y que los delitos cometidos sean procesados conforme al Estado de derecho.

Nos mantendremos en estrecho contacto con las autoridades de Arabia Saudita.

La calidad y la relevancia de las relaciones que mantenemos con el Reino de Arabia Saudita también dependen del respeto a las normas y los valores, que tanto nuestros socios sauditas como nosotros estamos obligados a cumplir a nivel internacional.