Por primera vez, el Alto Comisionado para los Refugiados Grandi presentó la cantidad de refugiados en todo el mundo en Berlín y no en la sede de la ACNUR en Ginebra. Para mí, se trata de un gran reconocimiento de la importante contribución que Alemania está haciendo a la protección mundial de los refugiados. 

 

Las cifras actuales de la ACNUR confirman nuevamente que más y más personas están siendo desplazadas por la violencia en todo el mundo, dentro de su propio país o, como refugiados, a través de las fronteras nacionales. Alemania ha acogido a muchos refugiados que han experimentado sufrimiento y guerra. Sin embargo, no debemos olvidar que el 91% de los refugiados no viven en la Unión Europea, sino que a menudo han sido admitidos en países en desarrollo o emergentes. Estas personas también necesitan nuestro apoyo. Y necesitan una nueva perspectiva de vida. Porque la dignidad humana es inalienable. Eso va para todos. 

 

Sin embargo, en el Día Mundial del Refugiado, siempre debemos recordar por qué existen, en realidad, la  ACNUR y la Convención sobre Refugiados: porque millones de europeos buscaron refugio como resultado de la Segunda Guerra Mundial. En ese momento, la comunidad internacional acordó que compartiéramos la responsabilidad por las personas que huyen de la guerra, la violencia y la persecución desde su país de origen. Casi 70 años después, Alemania, como el segundo donante más grande de la ACNUR, ahora hace una contribución muy importante para garantizar que los refugiados de todo el mundo puedan llevar una vida segura y digna. Así también se vive el multilateralismo.