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1700 años de vida judía en Alemania
El Presidente Federal Frank-Walter Steinmeier en un programa de televisión con motivo de la apertura del año conmemorativo de los "1700 años de vida judía en Alemania", celebrada el 21 de febrero de 2021 en Colonia.
Cuando en el otoño de 1743 un joven de 14 años pisó Berlín nadie podía imaginar que se convertiría en uno de los eruditos más significativos de su tiempo. Moses Mendelssohn, quien más tarde sería amigo de Lessing y Nicolai, llegó a la capital prusiana siendo un joven judío privado de derechos y desvalido; ese mismo Moses Mendelssohn está íntimamente ligado a la Ilustración alemana del siglo XVIII y allanó el camino hacia la emancipación y la igualdad de los judíos.
La era de la Ilustración fue sin duda un punto de inflexión, aunque tuvieron que transcurrir otros cien años hasta que, por fin, a los judíos se les otorgaron los mismos derechos. Sin embargo, la vida judía en la Alemania actual se remonta a muchos años más atrás en nuestra historia. Aquí en Colonia se remonta a hace 1.700 años, hasta el edicto del emperador romano Constantino. ¡Qué gran lapso de tiempo y qué lugar tan digno para iniciar este año conmemorativo, aquí en la comunidad judía más antigua de nuestro país!
En este año conmemorativo hay infinitas cosas por descubrir y redescubrir. Ya sea en la filosofía, la literatura, la pintura y la música, en la ciencia, la medicina y la economía, los judíos han contribuido a escribir nuestra historia y a darle forma, y han hecho resplandecer nuestra cultura. La contribución del judaísmo al despertar de la era moderna en Alemania ha sido decisiva. También en las zonas rurales, en muchas ciudades más bien pequeñas y en muchas aldeas se encuentran testimonios de la polifacética vida cotidiana judía, testimonios que conducen hasta la Alta Edad Media.
Pero debemos contemplar estos 1.700 años con una mirada honesta. Solo así podremos extraer enseñanzas para el presente y el futuro. ¡Esta es y seguirá siendo nuestra obligación! Las personas judías han sido consideradas casi siempre como extrañas, o al menos como diferentes. La historia de los judíos en Alemania es una historia de emancipación y florecimiento, pero también de humillación, exclusión y privación de derechos.
Tras la ruptura de la civilización que supuso la Shoá, tras el asesinato de millones de judíos europeos, tras el exterminio de la cultura judía, el gran erudito Leo Baeck estaba convencido de que la era de los judíos en Alemania había llegado para siempre a su fin. Y, sin embargo, hoy vuelve a haber vida judía, ha florecido, incluso, de nuevo gracias a quienes han regresado y gracias a los emigrantes procedentes de los Estados de la antigua Unión Soviética, así como gracias a los jóvenes israelíes que se sienten atraídos por Alemania. ¡Qué suerte inconmensurable para nuestro país!
Sí, hoy en día la vida judía es diversa, polifacética, dinámica y tiene gran pujanza. Por todo ello, estoy profundamente agradecido. Sin embargo, sigue amenazada; ahora, incluso, vuelve a estar más amenazada en una época en la que el antisemitismo se muestra más abiertamente; en la que un terrorista, impulsado por el odio, ataca una sinagoga abarrotada escogiendo el día de la festividad judía más importante.
Prejuicios, tópicos, ignorancia: son muchas las veces que tienen que enfrentarse a ello en su día a día, como me contaron unos jóvenes con ocasión del Día de la Comunidad Judía en Berlín. Ellos forman parte de un grupo que busca a las personas y les explica lo que verdaderamente es el judaísmo. Me impresionó el compromiso y la sinceridad de estos jóvenes. Pero también hablaron de lo mucho que desean alcanzar aquello por lo que los judíos han luchado durante siglos en Alemania: dejar de ser extraños y diferentes para convertirse en jóvenes de origen judío en una sociedad plural y tolerante aquí en Alemania.
Si hay algo que como Presidente Federal pueda desear para este año conmemorativo, no es solo la afirmación inequívoca de que las personas judías en Alemania son una parte de nosotros, una parte de nuestro "nosotros" común, sino que nos enfrentemos decididamente a quienes aún, o nuevamente, lo ponen en duda. La conmemoración de los 1.700 años de agitada historia común nos enseña que la República Federal de Alemania solo estará en perfecta sintonía consigo misma si los judíos se sienten aquí plenamente en su propia casa. Garantizarlo es el cometido de 1.700 años de historia judía en Alemania.