El “Almabtrieb” o “Viehscheid” anuncia el término del verano y con ello el momento en que el ganado ha de bajar de los Alpes para regresar con los respectivos dueños a sus granjas. Un desfile de color y sonido.

Los animales aún no se ven, pero el fuerte repicar de los cascabeles pone atenta a la gente. Ha llegado el momento, en algunos minutos comenzará un desfile de ganado vacuno. Al llegar septiembre y cuando se comienza a sentir un poco de frío, es el momento de regresar al valle. Los pastores han estado casi tres meses en las montañas cuidando del ganado y disfrutando de los calurosos días de verano. Sin embargo, antes de que comiencen las nevadas, los animales y los pastores dejan las cabañas en los Alpes. Y qué mejor forma de hacer esto que con una celebración: un desfile de vacas.

La tradición

La tradición de pastorear el ganado de regreso hacia el valle data desde hace casi mil años. Se tiene un registro de la misma en la localidad de Oberstdorf, en la región de Allgäu, al suroeste del estado de Baviera. Ya desde entonces era un motivo especial la bajada del ganado hacia las granjas y dicha tradición se ha mantenido a lo largo de los años. No sólo porque es necesario (ya que ni el ganado ni los pastores podrían pasar el invierno en las montañas sin sufrir las inclemencias del tiempo) sino porque es una ocasión social donde celebrar a los pastores y por supuesto, un motivo de reunión para los visitantes.

Los términos “Almabtrieb” y “Viehscheid” son una diferenciación regional, pero se refieren a la misma tradición. Lingüísticamente la diferencia radica en su significado. “Alm” se refiere a las pasturas en los alpes y “abtrieb” es la acción en sí de transferir el ganado de las montañas al valle. Por ello “Almtrieb” se puede entender como la caminata, o el paseo de las pasturas montañosas. Este término es familiar para la región sureste de Baviera, por ejemplo en el área denominada Berchtesgadener Land, o en el Tirol en Austria. En Suiza por ejemplo se le llama “Alpabzug” y “Viehscheid” se usa en la región de Allgäu. Se dice que el término proviene del “Alemannisch” o alemánico y es un dialecto que pertenece a la rama del alto alemán (“oberdeutsch” y “hochdeutsch; no confundir éste último con el Standarddeutsch”) en la familia de las lenguas germánicas. El término “Vieh” se refiere al ganado, a las reses y “scheid” viene de “scheiden”, que en este caso se entendería como la separación del ganado. Esto es porque una vez que el ganado baja de las montañas, se separan los animales para repartirlos a sus dueños. De ahí que el punto de la celebración, por ejemplo en la localidad de Oberstaufen, se llame “Scheidplatz”.

Vacas coronadas

Una parte importante del evento son por supuesto las vacas, pero igualmente el tocado que llevan en la cabeza. La tradición de “coronar” a las vacas es importante pues es signo de que durante el verano no hubo ningún incidente, por ejemplo que algún animal haya muerto o se haya perdido. “Der Kranz” o corona se puede colocar en varios animales, aunque por lo general se escoge a uno o dos animales que van al frente del rebaño, mismos que también llevan las campanas o cascabeles más grandes. A veces se coloca al frente de la corona imágenes religiosas o un espejo, pues se cree que éste ahuyenta los malos espíritus. Por ejemplo en el Almbtrieb del Königssee las coronas se le colocan al ganado una vez que han cruzado el agua, pues hasta entonces se puede decir que han de verdad llegado con seguridad a su destino.

En la región de Berchestesgaden se le conoce a las coronas como “Fuikln” o “Gstäng” y la elaboración de las mismas también varía un poco dependiendo de la región. Por ejemplo en la localidad de Ramsau en la región de Berchtesgaden la corona se hace con flores artificiales y pino o bien con listones que se trenzan alrededor de la madera de un asta igualmente de pino. En Allgäu, por ejemplo en la localidad de Oberstaufen, las coronas están hechas completamente con arbustos y flores naturales. Lo que sin duda no puede faltar es una cruz. Ya sea que la corona es la misma cruz o se agrega el final de la misma. La región es católica y la cruz simboliza también su fe y en agradecimiento a la buenaventura del verano.

¿Pero qué sería del Almabtrieb sin su sonido característico? Las campanas y cascabeles rematan el porte de la vaca o toro que baja hacia el valle. Las correas que van sus cuellos también van a veces decoradas. En el caso de Baviera, las correas llevan los colores azul y blanco, pues los colores de la bandera de esta Bundesland. A veces llevan rojo y blanco si son de Austria o una cruz roja como la bandera de Suiza. Las correas también pueden llevar frases como: “Gott segne diese Herde”, que significa: Dios bendiga este rebaño. Igualmente llevan bordadas flores o una placa con el nombre del dueño. Al llegar el momento de separar el ganado, el trabajo arduo comienza primero con quitarles los cascabeles antes de que suban al transporte. Aquí es donde suelen haber pequeñas batallas entre los pastores y los animales que no siempre quieren cooperar. Sin embargo para los turistas, este es el mejor momento para observar al ganado, pues se encuentran en un amplio espacio cercado donde comienza la división.

El festejo

Al evento se le agrega un pequeño “Fest”, es decir que hay una carpa o “Zelt”, música de viento y por supuesto cerveza. La celebración en Oberstaufen es por ejemplo muy popular y la asistencia es alta. Se venden especialidades como “Bratwurst” o “Spätzle”, hay mercado de artesanías y de productos de la región. Los pastores tienen reservadas sus mesas y una vez que acaban la división y la repartición del ganado, comienza la fiesta para ellos, donde se les recibe con una “Maß” y comida.

El “Almabtrieb” es una celebración a la naturaleza, a la destreza de los pastores y una tradición de temporada, pues marca el fin del verano y el comienzo del otoño. Los locales de cada lugar también reciben un mayor de número de visitantes, pues para muchos un festejo de “Viehscheid” también es un fin de semana en las montañas antes de la temporada de esquí. La gente hace caminatas y excursiones por los bosques, visita museos locales o incluso los centros de relajación que hay en la región.

Es una tradición que vale la pena observar por su colorido. Para los citadinos es sin duda un respiro y para los amantes de los animales es un contacto cercano con el ganado. Si se es de oídos sensibles, es recomendable llevar tapones para los oídos pues si se está cerca del ganado cuando va bajando, el sonido de los cascabeles puede llegar a ser bastante fuerte aunque dure sólo unos minutos. Algo para abrigarse y unos buenos zapatos para caminar en la montaña son sin duda indispensables y listo. A disfrutar de ver a las vacas desfilar.

Para mayor información y fechas:

http://www.viehscheid.info/

Victoria Cruz, en exclusiva para CAI, septiembre de 2013.