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¿Ya te mandaron al abril?
CAI (k) - En Alemania, como en muchos otros países, se aprovecha el primero de abril, el Día de los Santos Inocentes, para hacerles bromas a los colegas, amigos y familiares.
La tradición de contar mentiras en ese día se sigue hasta en la prensa, se denomina como "Aprilscherz" ("broma de abril") y se suele describir con la locución "jemanden in den April schicken" ("mandar al abril a alguien"). El periódico Spiegel coleccionó las mejores bromas del año 2014:
- El periódico Süddeutsche Zeitung les tomó el pelo a los políticos con la publicación de un artículo que anunció la introducción de un novedoso tipo de pan elaborado con rayos ultravioletas, que supuestamente aumentaría la producción de la vitamina D en el cuerpo humano a la Unión Europea. Según el artículo, la Comisión Europea quería así aumentar el bienestar de los ciudadanos.
- La Estación de Radio “Radiozentrale GmbH” decidió tomar el tema del aeropuerto de Berlín que ha sido sacudido de crisis como enganche humorístico: en su página de Internet, anunciaron que todos los ciudadanos registrados en la Seguridad Social próximamente tendrían que pagar una cierta cuota solidaria para la terminación de las construcciones.
- El periódico Frakfurter Rundschau supuso que la canciller Angela Merkel (59 años) estaba embarazada.
- El periódico de Gran Bretaña, The Guardian, advertía que si Escocia exigía la independencia del Reino Unido, tendría que introducir la circulación por la derecha. En la frontera con Inglaterra consecuentemente se construirían torres de cambio de sentido con espirales complejas para facilitar el cambio.
Se han ofrecido muchas explicaciones diferentes acerca de la celebración de este día, sin embargo la idea de que las bromas que acompañan esta fecha comenzaron durante el reinado de Carlos IX de Francia parece ser la más convincente:
A mediados del siglo XVI, en toda Francia las celebraciones de Año Nuevo comenzaban el 25 de marzo y terminaban una semana después, el 1 de abril. En 1564, por medio del “decreto de Roussillon”, el rey decretó que el Año Nuevo se trasladaba al 1 de enero.
La leyenda sugiere que muchos franceses y las colonias protestantes tardaron en adoptar el calendario del Papa Gregorio XIII conocido como Calendario Gregoriano, y siguieron celebrando el año nuevo desde el 25 de marzo hasta el 1 de abril y por esto eran considerados los tontos de abril; para no quedarse con la etiqueta del tonto, la gente decidió ese día mejor ridiculizar a los demás.
CAI (kloesel) con información de Spiegel, -actualización- a 31 de marzo 2017.
