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Heidelberg: conocimiento transatlántico en Alemania
Las ciudades no son sólo sitios fijos en los mapas concretos, llenos de edificios, vías de comunicación accidentes humanos, geográficos y de planificación urbana. También pueden ser suertes de memes, entes móviles llenos de significado, en los recuerdos y las conversaciones de quienes las habitan o las imaginan. Por medio de ellos, nos comunicamos en torno al mundo, estemos donde estemos.
Heidelberg es una ciudad y es un meme: Una de las ciudades alemanas a las que más poemas se le han dedicado, más estudiantes latinoamericanos han visitado y que con más frecuencia sale de la boca de quien se enfrenta a la difusa pregunta: “¿Has estado en Alemania?”.
Las ciudades entre ríos neutralizan algo. De alguna manera atenuan el impacto de su naturaleza humana por la naturaleza otra, que ha estado desde siempre y que sirve de marco para que sobreviva en armonía. En la confluencia entre río Rin y río Neckar, esta ciudad universitaria de Heidelberg fundada en el siglo XII es uno de los destinos preferidos de amantes de esa vida cotidiana que cruza modernidad y tradición con la suavidad de los lugares que nunca buscan extremos.
Lo que para algunos es el destino de unas cortas vacaciones, es para sus 150 mil habitantes sede de una vida marcada por la historia pero con todos los “puntos buenos” que tiene vivir en el sudoeste alemán. De alguna manera, todos los caminos llevan a éste, uno de los mil corazones de Baden-Württemberg: la poesía, la investigación de vanguardia, las relaciones internacionales en negocios y política, las investigaciones médicas encuentran un hogar en este enclave de impresiones, en el que se cristalizan pasado y presente en un amplio espectro académico que cruza el atlántico con sus melodías cerebrales.
Heidelberg, ciudad del saber
Reinventarse implica movimientos Hay un ranking de “oídas” a la hora de estudiar en Alemania. Berlín, sus cuatro universidades y numerosas academias está en boca de todos. Después viene Múnich y su legendaria Ludwig-Maximilian-Universität, cuyo prestigio y tradición son objeto de deseo de las mejores cabezas del mundo entero. Y después vendría ese corazón profundo del sur de Alemania: Heidelberg, una opción pasajera y melodiosa que recuerda a paseos por el río, cátedras y cursos con cierta inmanencia histórica, cierto movimiento contemporáneo, cierto renombre internacional, cierta estabilidad y confianza.
El pasado y el presente se unen en este crisol de saberes y procedencias. Dentro de los egresados de la Universidad de Heidelberg, la más antigua de Alemania, fundada en 1386, hay más de algún nombre determinante en el curso de la historia: teóricos como Hannah Arendt, el poeta Sir Muhammad Iqbal (una suerte de Neruda o Paz del Pakistán contemporáneo), el ex-Canciller de Alemania Helmut Kohl, el dramaturgo y poeta Friedrich Hebbel, y el escritor y héroe de la independencia filipina José Rizal cuentan entre sus ex-alumnos ilustres. Pero no todo es pasado: la ciudad cuenta con once instituciones de educación superior y centros de investigación y es sede del prestigioso “Heidelberg Center for American Studies”, la ciudad de la Philosophenweg (“Ruta del filósofo”) es el punto de encuentro de las disciplinas y saberes clásicos y contemporáneos. En este otro lugar que se aleja de las capitales internacionales sin que se deje de respirar un aire cosmopolita, la producción de conocimiento y la formación superior de capital humano es el plus que hace de esta ciudad un nodo de encuentro internacional, en el que se reúnen personas de al menos 185 culturas.
Esto se refleja en una población estudiantil tremendamente diversa y que promete a sus alumnos mantener contacto permanente con otros países, con otras formas de pensar y trabajar. E incluso después de los estudios, en la vida profesional. Prueba de ello son las redes de ex-alumnos de Heidelberg que funcionan en otros países, como México, India, Chile, Canadá, Grecia, Hungría y quizás uno de sus socios más importantes: Estados Unidos.
En Heidelberg, nadie pierde el corazón, pese a la conocida canción que recorre las bocas de sus ex-estudiantes (“Ich hab' mein Herz in Heidelberg verloren”). La ciudad a orillas del río Mosel es objeto recurrente de poemas de plumas que van desde Goethe, Hölderlin, Clemens Brentano o Heinrich Heine hasta llegar incluso a Mark Twain y al irónico Kurt Tucholsky.
El Centro Heidelberg para América Latina
Los lazos transatlánticos de Heidelberg llegan hasta el sur del sur del mundo en 2002, con la formación del renombrado Centro Heidelberg para América Latina en Santiago de Chile y sus raíces están en un continuo intercambio académico que se remonta a la década de 1950. De acuerdo con Walter Eckel, director del centro, los primeros chilenos llegan en esta época a la ciudad a doctorarse en filosofía, derecho y medicina.
Más tarde, en la década de 1970, los bríos de las nuevas formas de entender el conocimiento y la sociedad movieron a muchos jóvenes a acercarse a la ciudad entre el Mosel y el Neckar. Eckel cuenta que entonces “un gran número llegó a doctorarse en Ciencia Política y Sociología y con el correr del tiempo se diversificó el interés a otras áreas que abarcan desde las Ciencias Naturales a las Humanidades. Heidelberg tiene probablemente la cifra más alta de ex alumnos en Chile y cada año hay más de 50 chilenos inscritos como alumnos regulares en Heidelberg que provienen de la Universidad Católica, la Universidad de Chile, la Universidad Austral y la Universidad de Concepción”.
En la actualidad, el Heidelberg Center en Santiago ofrece un amplio programa académico, “con una fuerte orientación interdisciplinaria y espíritu de cooperación, lo que se refleja en la participación de las universidades asociadas en nuestras actividades”, cuenta Eckel. “Todas ampliamente recomendadas para un joven latinoamericano con ganas de estudiar. En el programa de este año se distinguen cinco tipos de cursos: Programas de Doctorado, Master, Diplomados, Summer Schools y Seminarios de Especialización. Además se ofrece un programa de cursos de alemán en todos los niveles”.
Dentro de las áreas temáticas del Heidelberg Center se encuentran: Astronomía, con un Doctorado en Astrofísica, Derecho con el Master en Derecho Internacional (LL. M) – Inversiones, Comercio y Arbitraje y diplomados; Física Médica con el Master en Clinical Medical Physics; Geociencias con el Master Governance of Risks and Resources; Informática Médica con el Magíster Internacional en Informática Médica; Psicoterapia con el Doctorado Internacional en Psicoterapia y el Diplomado en Diagnóstico Psicodinámico Operacionalizado (OPD).
Próximamente, según fuentes del centro, se inaugurará un segundo Master tri-nacional en Física Médica y que contará con la participación de la UNAM de México, la Universidad de Harvard en Estados Unidos y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Año a año sus programas se irán impartiendo, a través de sus instituciones asociadas en otros países de la región, tales como Brasil, Paraguay, México y Argentina. Heidelberg tiene un corazón de posibilidades en América Latina.
Teobaldo Lagos Preller, en exclusiva para el CAI, -actualización- 2013.