deutschland.de - En el foro “Menschen bewegen”, más de 300 estudiantes, maestros y funcionarios de la educación de 30 países, intercambian ideas sobre la Política Cultural y Educativa Exterior.

Mostrar la imagen en gran tamaño

Cerrar

El vuelo de El Cairo a Berlín, una fila detrás de la conductora 
de TV Anne Will, la selfi con Frank-Walter Steinmeier, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, los muchos talleres y conversaciones con jóvenes de todo el mundo: cuando Malak El-Shorbagy, de 18 años, estudiante del Colegio Secundario Evangélico alemán de El Cairo, relata sus experiencias en Berlín, uno se olvida de que el alemán no es 
el idioma materno de la grácil joven de rizos negros y ojos despiertos. Malak 
carece de raíces alemanas, nunca fue a 
la escuela en Alemania, pero habla alemán sin acento. “Aprendo alemán desde el kindergarten”, dice Malak, que cursa la clase doce, en el 
foro “Menschen be­wegen”. “Sueño con estudiar politología, preferentemente en Egipto o Alemania”, agrega.

Malak El-Shorbagy fue invitada en abril de 2016 por el Ministerio Alemana de 
RR. EE. a una gran cumbre cultural y educativa en Berlín, junto con más de 200 estudiantes de secundaria y alumnos de primaria de 30 países. Con ejemplos prácticos, el Ministerio de Relaciones Exteriores mostró durante tres días con alumnos, estudiantes, profesores, directores de colegios y funcionarios de la educación por qué la Política Cultural y Educativa Exterior es, junto con las relaciones políticas y económicas, el tercer importante pilar de la política exterior alemana. “El objetivo es practicar la humanidad a través de la cultura y la educación”, dijo Steinmeier en su discurso el día de cierre del foro. “En el foco está una política cultural que crea las condiciones para ello, sabe de la fuerza social de la cultura y la fortalece”, concluyó.

Los invitados intercambiaron ideas en debates, talleres y foros sobre sostenibilidad, hermanamientos educativos y la lengua alemana, experimentando así la “política cultura y exterior en vivo”. En un “Mercado de las posibilidades” conocieron las actividades de organizaciones de enlace 
del Ministerio de RR. EE., tales como el Goethe-Institut, el DAAD y el Instituto de Relaciones Culturales Internacionales. Los visitantes pudieron además experimentar la práctica cultural en la “Larga noche de las ideas”: en museos y centros culturales, tales como el Teatro Máximo Gorki, el Museo Alemán de la Técnica y la Casa de las Culturas del Mundo, tuvieron lugar conferencias, debates y visitas guiadas. Talleres de DJ, performances y conversaciones sobre juegos electrónicos e inclusión pusieron de manifiesto la amplitud del concepto de cultura.

En el foco del evento estuvo la exitosa iniciativa “Los colegios, socios para el futuro” (PASCH). PASCH, lanzada en 2008 por el Ministerio de RR. EE., es hoy una red de más de 1800 colegios en todo el mundo: desde Bodø, en Noruega, hasta Punta Arenas, en Chile; desde Anchorage, en Alaska, hasta Yokohama, en Japón. A ello se agregan más de 350 colegios hermanados en Alemania. Desde sus comienzos, PASCH se dirigió también a regiones en las que la política educativa exterior alemana estaba poco presente: Asia, el Próximo y Lejano Oriente y África subsahariana. “Aprender un idioma es sumergirse en una cultura diferente”, dijo Maria Böhmer, ministra adjunta en el Ministerio de RR. EE. “Vosotros sois los mejores embajadores imaginables”, agregó. Para Böhmer, que también es representante para el patrimonio mundial de la UNESCO, la conservación y reconstrucción de sitios de la Herencia Mundial, como, por ejemplo, en Siria, tiene gran importancia: “Vivimos en un mundo globalizado”, dijo, “y debemos darles a los jóvenes la posibilidad de transformarse en expertos para reconstruir un día sitios como Palmira”.