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Internacionalidad en el aula universitaria

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Anja-Maria Meister - Alemania goza entre jóvenes extranjeros de más estimación que nunca como lugar de estudios universitarios: la vida académica y también la cotidiana en las universidades alemanas se distinguen por la internacionalidad. Aproximadamente la mitad de los estudiantes extranjeros proviene de Europa.

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Nunca antes fueron tantos: 321.569 estudiantes extranjeros estaban matriculados en universidades alemanes en el semestre de invierno 2014/2015, según datos proporcionados por la Oficina Federal de Estadística de Alemania. Su número casi se duplicó desde 1993. El mayor grupo de estudiantes del exterior, aproximadamente uno de cada dos (44 por ciento), proviene de países europeos. Según un informe de “Wissenschaft Weltoffen”, uno de cada cuatro estudiantes proviene de Europa del Este y algo menos del veinte por ciento, de Europa Occidental.

El atractivo de Alemania para estudiantes de la Unión Europea tiene muchas razones: poder viajar sin controles fronterizos, poder mudarse al lugar de estudios sin mayores obstáculos burocráticos y que en la UE sean reconocidos numerosos certificados de estudios. Además, cursos realizados durante un semestre como estudiante visitante en Alemania son reconocidos generalmente sin problemas para la carrera que se cursa en el país de origen.
El programa Erasmus+, de la UE, apoya no solo estadías de estudios universitarios en el exterior, sino también prácticas, cursos de formación profesional y la actividad de docentes invitados en toda Europa. En la escala de preferencias entre estudiantes a nivel europeo, Alemania ocupa el segundo lugar, después de Gran Bretaña. En 2013, 77.500 jóvenes de otros países europeos estudiaron un semestre como visitantes en Alemania y 104.000 estudiantes alemanes estuvieron matriculados en universidades de otros países europeos. De 2000 a 2013, el número de estudiantes móviles en Europa pasó de 950.000 a 1,8 millones.

¿Qué esperanzas y expectativas tienen los estudiantes europeos?, ¿qué significa para ellos la UE?, ¿cómo se comprometen? Entrevista con dos estudiantes, uno de Georgia y uno de Suecia.

“Europa es para Georgia un lugar de los anhelos”

Natali Gogiashvili tiene 24 años y estudia derecho en la estatal Universidad Ivane Javaxishvili, en Tiflis, Georgia. Cursa el tercer semestre de máster y actualmente es estudiante de Erasmus en la Universidad Europea Viadrina Fráncfort (Oder), que apuesta por la internacionalidad y la flexibilidad. Con 6.500 estudiantes de más de 80 países, la Universidad Viadrina es una de las más internacionales de Alemania y se autodefine como “especialista en fronteras y áreas fronterizas.”

Anja-Maria Meister: ¿Qué significa Europa para usted?

Natali Gogiashvili: Europa es para Georgia un lugar de los anhelos. Europa es un continente grande y exitoso, que asegura paz, libertad y democracia, y respeta y defiende los derechos humanos, tales como la igualdad de derechos, la libre orientación sexual, la libertad de opinión y de prensa. En este continente me siento libre y segura.

Anja-Maria Meister:
¿Cómo es vista la UE en su país?

Natali Gogiashvili: Luego del colapso de la Unión Soviética, Georgia comenzó a orientarse hacia Occidente. En mi país se sabe muy bien que la Unión Europea abre muchas posibilidades. Nos posibilita viajar fácilmente, trabajar en el exterior, estudiar sin problemas, conocer otras culturas rápida y sencillamente, intercambiar ideas con otros extranjeros y ser tolerantes con otras naciones. La UE es atractiva para Georgia también económicamente: la estabilidad económica de la UE puede realizar un aporte a la solución de problemas económicos en mi país.

Anja-Maria Meister:¿Qué significa para usted estudiar en la Universidad Viadrina y qué provecho tiene?

Natali Gogiashvili: El derecho de Georgia está basado en el derecho alemán. Para mí, como futura jurista, es apasionante comparar las normas, la jurisprudencia y los métodos de estudio. Aquí también aprendí a ser tolerante con otras nacionalidades. Fráncfort del Oder es una ciudad pequeña y muy agradable para estudiar. Mi tiempo libre, sin embargo, prefiero pasarlo en Berlín.

Anja-Maria Meister:
¿Se siente como europea entre europeos o, a veces, como extranjera?

Natali Gogiashvili: Generalmente me siento como europea en Alemania, porque las diferencias de valores entre mi país y Alemania no son muy grandes.

“Mi sueño es viajar por toda Europa”

Linus Nilsson, 21, estudia filología alemana en Lund y escribe su tesis de grado. En 2015 estuvo en Giessen, como estudiante de Erasmus, y trabajó en el proyecto “Europa hace escuela”, preparando a jóvenes de una escuela de formación profesional para un viaje a Suecia.

Anja-Maria Meister: ¿Qué significa para usted Europa?

Linus Nilsson: Europa es mi “patria grande” y siento que pertenezco a ella. Mi sueño es viajar por toda Europa y ver con mis propios ojos las diferencias culturales y sociales. Mi opinión sobre Europa fue siempre positiva. Durante mi estadía en Alemania, esa sensación cobró mayor fuerza aún. Sencillamente nos hemos conocido todavía mejor.

Anja-Maria Meister: ¿Qué desea para Europa?

Linus Nilsson: Un sentimiento de integración, pertenencia y aceptación. Nuestras diferencias no deben ser obstáculos, sino impulsos para iniciar nuevos procesos. ¡Tanto podemos aprender unos de otros! Por eso, son muy importantes los conocimientos: sobre los diversos países, gentes y culturas de Europa.

Anja-Maria Meister: Su país es miembro de la Unión Europea. ¿Qué significa para usted?

Linus Nilsson: Como persona joven, veo sobre todo las posibilidades que abre la UE. Hay algunas cosas en la UE que me parecen problemáticas y que, en mi opinión, deberían cambiar. La UE, sin embargo, nos permite reflexionar sobre grandes cuestiones que nos atañen a todos y acerca de cómo abordar los problemas. Nos fijamos objetivos que queremos alcanzar y juntos descubrimos similitudes y cosas en común. En mi país tengo la sensación de que la mayoría está contra la UE, pero no los jóvenes.

Anja-Maria Meister: ¿Qué efectos tienen programas como “Europa hace escuela”?

Linus Nilsson: Primero pensé que era solo divertido. Después, sin embargo, comprendí cuál es su real importancia. Proyectos como ese posibilitan echar un vistazo a otro país, pudiéndose descubrir así similitudes y diferencias con el propio país. Siempre se tienen opiniones sobre otro país, pero muchas son clichés. A través de proyectos como “Europa hace escuela”, los prejuicios pueden transformarse en comprensión y aceptación, incluso quizá en interés.

Anja-Maria Meister:
¿Qué experiencias vivió en Alemania?

Linus Nilsson: Lo más importante fue el contacto con otros estudiantes de intercambio. Aprendimos muchos los unos de los otros, particularmente en cuando a la cultura y el idioma. No me sentí como extranjero, sino como europeo, y simultáneamente como ser humano y habitante de este planeta, ya que en mi curso no solo había europeos. Me sentí bien, incluso como en casa.

© Anja-Maria Meister/deutschland.de, enero 2017.

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