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El osito de peluche: un rompecorazones de Alemania

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deutschland.de - Hace más de cien años, el oso de peluche de Suabia conquistó el mundo. A fines de abril, sus fans se dan cita en una feria en Münster.

El oso es en Alemania el muñeco de peluche por antonomasia. Muchos niños crecen con él. Más de un oso de peluche sigue siendo un fiel acompañante hasta la edad adulta. A fines de abril, en una feria en Münster se dan cita desde años amigos, coleccionistas y conocedores de los ositos de peluche, considerados hoy ya un bien cultural.

En la feria “Teddybär total” pueden encontrarse los más diversos ositos de peluche, desde la pieza única hecha a mano hasta los productos industriales de serie. Naturalmente, no puede faltar la correspondiente vestimenta, tal como un traje de marinero o un pantalón de cuero bávaro. En la feria se exhiben tanto ositos históricos como iconos de la publicidad, desde los “ositos de oro” de la empresa Haribo hasta la leche en lata “Bärenmarke”.
El sobrenombre del presidente
La historia del osito de peluche se remonta al siglo XIX: Margarete Steiff, una joven mujer de Giengen, Suabia, enferma de poliomielitis, debía usar un sillón de ruedas y no podía abandonar su casa. Un día descubrió su amor por la costura. Su padre le compró una máquina de coser, en aquel tiempo, una rareza. En una revista de moda, Margarete descubrió en 1879 un molde para hacer un elefante. El “Elefäntle” suabo fue un éxito de ventas. Pronto le siguieron otros animales. Ya en 1901, la empresa familiar exportaba peluches hasta a los Estados Unidos.

Richard Steiff, un sobrino de Margarete, diseñó en 1902 el osito de peluche 55 PB, considerado uno de los primeros de su tipo. Al principio, nadie lo quiso comprar. En un superventas se transformó el osito con un botón en una oreja, hasta hoy distintivo de los productos Steiff, en la Exposición Mundial de St. Louis de 1904. En los Estados Unidos se había desarrollado un verdadero boom de los ositos de peluche luego de que el presidente Theodor Roosevelt (apodado “Teddy”) se negara, después de una fracasada cacería de osos, a dispararle a un oso joven atado especialmente para que él lo matara.
Peluches de museo

En 2.400 metros cuadrados de superficie de exposición, el Museo Steiff en Giengen an der Brenz muestra desde 2004 la historia del osito de peluche y de la empresa. Allí pueden verse más de 2.000 productos de la historia de Steiff.

El “primer museo de ositos de peluche del mundo” fue abierto, sin embargo, ya en 1986 por la historiadora de arte y coleccionista Florentine C. Bredow, en la avenida Kurfürstendamm, en Berlín. Hoy, sus ositos se hallan en Hof, Baviera, pero Bredow sigue buscando un nuevo local para su colección en Berlín. “Guardé mis 5.000 ositos en depósitos, pero el museo será reabierto, sin ninguna duda”, dice su fundadora. En 2016, el Europa-Center de Berlín exhibió, con ocasión del 30 aniversario del museo, una parte de la colección, que incluye ejemplares muy raros y valiosos, como el osito Steiff de 1902. También en Sonneberg, la “ciudad de los juguetes”, en Turingia, hay un museo de ositos de peluche. El oso más grande allí mide 5,60 metros de altura.

Feria “Teddybär total”, del 29 al 30 de abril de 2017, en Münster.

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