DW - Una encuesta a largo plazo registró cambios en la opinión pública sobre la llegada masiva de refugiados al país. Entre los resultados, se observó un incremento en la opinión positiva. En el tema de los refugiados los alemanes varían entre el escepticismo y optimismo, y entre el este y oeste del país. Así lo detalla una encuesta llevada a cabo por el Instituto de Ciencias Sociales de la Iglesia Evangélica de Alemania (EKD, por sus siglas en alemán). Unos 2.000 encuestados participaron en cinco llamadas telefónicas entre Noviembre de 2015 y Abril de 2017. Los participantes respondieron a preguntas sobre sus experiencias con refugiados y sus opiniones sobre la situación.

De los encuestados, un 36,7 por ciento afirmó estar "muy” o "bastante” seguro de que Alemania podrá sobrellevar los retos que trae consigo el flujo de refugiados, mientras que un 31,6 por ciento lo dudó. No obstante, el estudio indica que este número de escépticos ha disminuido desde el 2015, ya que en aquel entonces formaban la mayoría de la opinión.

Sin embargo, el alto escepticismo no ha disminuido en el este de Alemania. Aunque, paradójicamente, los habitantes de esta región se involucran más de alguna manera u otra con refugiados: 7,7 por ciento de los habitantes del este de Alemania, frente a un 7,4 por ciento de los habitantes del oeste.

"Esta participación merece un fuerte reconocimiento, cuando se ve el alto escepticismo entre la mayoría de la población”, indicó Petra-Angela Ahrens, la socióloga que presentó los resultados del estudio. "En definitiva, la participación de la gente en el proceso no se ha quebrantado”, añadió.

Apoyo a las deportaciones, pero con excepciones

En cuanto a las deportaciones de aquellos refugiados a los que se les ha negado una solicitud de asilo, un 39 por ciento de los alemanes dijo que estos deben ser deportados "en cualquier caso”. Sin embargo, una mayoría dijo que se puede considerar algunas excepciones, como por ejemplo, el caso de refugiados que estén establecidos en el país y viviendo en él por varios años. Una mayoría reducida opinó que mantener a familias unidas puede servir como excepción a la deportación.

"Cuando se toma en cuenta el contexto y las consecuencias de la deportación, se encuentra una postura humanitaria fundamental entre los encuestados”, dice Ahrens. El contacto entre refugiados y alemanes facilita la formación de opiniones positivas sobre los refugiados. Al principio del estudio en 2015, una mayoría reducida dijo no haber tenido contacto con refugiados. En ese momento, un 26 por ciento de los encuestados reportó haber tenido experiencias positivas con refugiados, mientras que un 8,5 por ciento dijo haber tenido experiencias negativas. En el 2017 sólo un tercio de los encuestados dijo no haber tenido contacto con refugiados y la cifra de experiencia positiva se elevó a 36 por ciento, mientras que la cifra de experiencias negativas se mantuvo igual.

Una continua preocupación

El aumento de sentimientos positivos sobre refugiados no ha resultado automáticamente en una reducción en la preocupación. Aproximadamente dos tercios de los encuestados temen de un incremento en el crimen y el extremismo islámico. También, a un tercio le preocupa que la cultura musulmana pueda dominar la sociedad alemana en la vida diaria.

A su vez, la preocupación sobre la habilidad de las autoridades alemanas de afrontar la situación de seguridad se situó en un 54 por ciento, lo cual representó un descenso, ya que anteriormente, un 64 por ciento de los alemanes compartían esta preocupación.

Los refugiados son "víctimas de una política fallida”, dijo Manfred Rekowski, quien dirige el EKD en la región de Renania. En el debate de este año electoral sobre la política de refugiados en Alemania, los votantes deberían prestar más atención a "la aplicación de acciones y no los comentarios sobre acciones” opinó Rekowski. Agregó que su organización está interesada también en dialogar con personas que tengan actitudes negativas sobre refugiados. Algo que, según describió, es a veces "laborioso”.

© Konstantin Klein/Deutsche Welle, mayo 2017.