CAI (g) -Emil Nolde, el pintor expresionista "más perseguido y menospreciado de su generación" -en sus propias palabras- y autor de aquellas "imágenes no pintadas" -surgidas después de la prohibición de seguir creando, ordenada por su admirador secreto Goebbels-, mira las aguas de Seebüll: la región que lo vio morir y a la que dedicó una parte central de su obra.

Y desde esas aguas que pintó con sosegada fruición les contamos su historia en unos breves, y esperamos que también, dóciles brochazos.De la inmensa obra pictórica que fue creando a lo largo del tiempo -entre dibujos, acuarelas y óleos- destacan, sin duda sus pinturas marítimas: Seebüll como motivo, pretexto y esencia de su obra. Antes de esas aguas, las primeras del origen natal, nos relatan que Emil Hansen -su nombre de pila- nació un 7 de agosto de 1867 en territorio de la antigua Prusia, en el minúsculo poblado de Nolde bei Tondern. Cuarto hijo de 5 hermanos, Nolde nació en el seno de una familia de campesinos, en la que sus ambiciones artísticas, manifestadas desde temprano, no se entendieron del todo.

El pequeño Emil no destacaba por ser un buen alumno, sino por sus habilidades con los lápices y los dibujos. Sin un guía que dirigiese sus dotes artísticas, Nolde se afirma autodidacta y prueba a pintar motivos campesinos familiares con la caja de pinturas que recibe por Navidad. El padre -de apellido Hansen, del cual Emil renegaría más tarde para adoptar el apellido Nolde, en honor de su tierra natal- desalienta sus deseos de pintar y lo obliga a ejercer los trabajos propios de su condición, hasta que a la edad de 14 ambos se encuentran en un punto medio: A cambio de no desatender el campo, Emil puede asistir a un taller y formarse en el oficio.

De 1884 a 88 se forma como carpintero en una fábrica de muebles de Flensburg. Como aprendiz tiene la oportunidad de participar en la restauración del altar de Brüggemann en la catedral de Schleswiger. De esa formación pasa a ser un restaurador profesional empleándose en ciudades como Múnich, Berlin o Karlsruhe. Ejercerá como profesor del oficio durante un poco más de media década.

Para 1900 su amor septentrional lo devuelve a los Mares del Norte, a Copenhaguen para más detalles, donde se siente perdido en una gran urbe hasta que encuentra a Ada Vilstrup y con ella un nuevo comienzo: De esta época data el cambio de Emil Hansen a Emil Nolde. La pareja se compra una casa de pescadores en la isla danesa de Alsen donde pasan los veranos. El invierno será de Berlín.

Es aquí donde conoce a otros pintores del movimiento expresionista “Die Brücke” del que será adepto por un breve periodo (de 1906-07) [“Die Brücke” se fundó en 1905 en Dresde y reunió a pintores expresionistas alemanes como Ernst Ludwig Kirchner, Max Pechstein, Erich Heckel y Nolde]. Para 1920 el pintor se establece definitivamente en el Mar del Norte y en 1926 se hace con la casa de su vida “Hof in Seebüll” en las inmediaciones de Niebüll.

La relación de Emil Nolde con el ya inminente nacionalsocialismo, para la década de los 30 en Alemania, es contradictoria y no deja de dejar una huella oscura en su prominente curriculum artístico: Por una parte no oculta su rechazo a la “mezcla racial” y la “depreciación de lo alemán” afín a la propaganda nazi y, si fuera poco, se afilia en 1934 al partido nazi alemán (NSDAP). Por otra parte, su expresionismo marginal -esa indisoluble tensión estética en sus obras inquieta a la dirección del régimen naciente, hasta que en 1941, finalmente, es declarado un “artista degenerado” (entarteter Künstler). Su cuadro “Das Leben Christi” será parte de la exposición difamatoria “Entartete Kunst” de Múnich. Es entonces cuando da a luz a sus “imágenes no pintadas”: 1,300 cuadros (no) pintados de 1942 a 1945.

El artista recordaría aquella época de prohibición como una de las más fructíferas de su vida: "Entonces yo me encontraba en mi momento más bonito, más productivo, el pincel se me escapaba de las manos". Por ello, de 1941 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial y el régimen nazi en 1945, Nolde, que rondaba los 70 años, encerrado en su casa de Seebüll, llegaría a crear a escondidas más de 1.300 acuarelas de pequeño formato y en los vivos colores que caracterizan su obra.

Termina el régimen dictatorial y comienza el reconocimiento internacional: La Bienal de Venecia le otorga la “Orden del Mérito” por su obra. En 1946 muere Ada. A la edad de 81 se casa en segundas nupcias con la muchachita de apenas 26, Jolanthe Erdmann, quien le escolta hasta su último encuentro, con la muerte, el 13 de abril de 1956 en su casa de Seebüll.

Con motivo de su 150 natalicio se prepara el estreno de un biopic sobre su vida y obra.

CAI (gordillo), a 9 de agosto de 2017.