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50 años de igualdad acústica
Como Mozart, que, en su entonces, quería escribir la música para el pueblo, así también Hans Scharoun decidió hace cincuenta años atrás hacer todo su esfuerzo para edificar con la nueva filarmonía de Berlín una clase de sala de concierto de orden democrático.
¿La orquesta en medio de la sala y el público colocado alrededor como en las terrazas de un viñedo? Ideas demasiado innovadoras para los críticos de los años setenta. En aquélla época creían que la música sinfónica del siglo XIX solamente se podía percibir adecuadamente si la orquesta y el público estaban de cara frente a los músicos.
Pero a veces los críticos se equivocan. Hoy en día, el edificio de la filarmonía en la capital alemana es un ícono de la arquitectura del siglo veinte y ha servido de modelo, por ejemplo para la filarmonía de Colonia, el Gewandhaus en Leipzig, la Suntory Hall en Tokio la Disney Hall en Los Angeles, E.E.U.U.
Como todas las obras de Scharoun, así también ésta se caracteriza por su humanismo. En comparación con otras salas de concierto, la filarmonía no divide las filas dependiendo del costo de boleto. Cuando los aficionados de la música con un boleto más económico llegan por ejemplo al Royal Albert Hall, no solamente se sienten en una sección separada, también entran por un lado diferente.
Scharoun no solamente logró que ya no hubiera diferencia entre los consumidores de música por su diferencia de poder adquisitivo, también los hizo formar parte de la experiencia bajando a los músicos a su mismo nivel, eliminando el “ellos” y creando un solo “nosotros”. Ciertamente, también una postura política a sólo dos años de la construcción del muro.
El deseo de reconstruir la antigua filarmonía bombardeada existía desde los años cincuenta cuando se formó la sociedad de los amigos de la filarmonía de Berlín (Gesellschaft der Freunde der Berliner Philarmonie) que incluía personajes tan famosos como Theodor Heuss y Konrad Adenauer. Una iniciativa civil finalmente acumuló 1,5 millones de marcos para conseguir la subvención del estado. En el siguiente concurso de arquitectos salió elegido Scharoun con nueve votos contra cuatro después de 16 horas de discusión.
El arquitecto ya tenía 63 años y todavía le faltaban nueve de lucha para que se realizara su proyecto visionario. Uno de sus mayores promotores era Herbert von Karajan por lo cual el proyecto se ganó el apodo “Circo Karajani” por su forma de carpa de circo. Se tardaron 890 días en construir la filarmonía y el día de su apertura tocaron la novena sinfonía de Beethoven. Y se escuchaba igual de bonita en todos los lugares.
CAI (k), a 17 de octubre 2013.