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Un clásico alemán: Haribo y sus osos de goma
En el marco de la Feria Internacional del Dulce que se lleva actualmente en Colonia, recuperamos un artículo sobre la que tal vez sea la golosina de origen alemán más famosa en todo el mundo -si exceptuamos el chocolate "cuadrado, práctico y bueno"-. Más de 90 años desde que “Haribo hace felices a los niños,… y a los adultos también”.
Esta historia comienza hace 94 años, el 13 de diciembre de 1920, cuando se inscribe en el Registro de la ciudad de Bonn la fábrica de dulces “Haribo.” Se llama así por las dos primeras letras del nombre y apellido de su fundador Hans Riegel y por las dos primeras de Bonn.
El capital inicial de la empresa era un saco de azúcar y el entusiasmo de su fundador, que había realizado estudios técnicos para la fabricación de dulces.
En 1922 el señor Riegel crea, con gelatina, azúcar y jugo de frutas, los “ositos bailadores” que más tarde se conocerían como “osos de oro” (Goldbären en alemán). Eran “osos bailadores” en honor a los que se usaban, vestidos con ropa y jalados por una cadena, en la Edad Media como espectáculo en mercados y ferias.
La empresa empezó a dar frutos y con ellos, surgieron nuevos productos. En 1925 comienzan a fabricar dulces con orozuz (también conocido como regaliz) y cinco años más tarde la empresa, que comenzó con el dueño, su esposa y una empleada, ya contaba con 160 trabajadores.
En la década de los treinta, con el éxito de los ositos de goma y los nuevos productos, la empresa tuvo que construir una fábrica mayor. Así fue como empezaron con la construcción de las instalaciones que todavía tienen hoy en día.
Paralelamente, la fábrica de dulces estableció relaciones con una compañía de Dinamarca para ampliar su mercado.
La empresa sobrevive a las dos guerras mundiales y las dificultades que implicaron. Justo durante la segunda guerra mundial muere su fundador y su esposa, Gertrud, se queda al mando.
Una vez terminada la guerra, los hijos del fundador, Hans y Paul, tomaron las riendas del negocio y se dedicaron a innovar en el mercado de las golosinas.
Con el paso de los años fabricaron un gran número de variedades de gomitas, en forma de frutas, de botellas de refresco de cola, tiras de espagueti, ranas y demás figuras que hacen felices a niños y adultos.
Esta golosina no contiene colorantes artificiales, los colores de los ositos de goma se obtienen del jugo de frutas, por lo tanto todavía no hay osos azules. Sin embargo, en una universidad técnica en Baden-Würtemberg hay investigadores buscando la forma orgánica de producirlos.
En un principio los sabores eran fresa (color verde), rojo (frambuesa), amarillo (limón), naranja (naranja) y blanco (piña). En agosto del 2007 se lanzaron nuevos colores: el color rojo fuerte sabor frambuesa, el rojo claro de fresa y el verde sabor manzana. Además se modificó un aspecto que era característico en los ositos alemanes, en vez de tener una expresión seria, ahora ríen.
Con motivo de la copa de fútbol del 2008, la compañía lanzó por primera vez osos negros para crear una línea con los colores de la bandera alemana. El color, al igual se obtuvo del jugo de la grosella negra.
Hoy en día, todavía dirigida por el hijo de su creador Hans Riegel, la fábrica de dulces produce cerca de 150 diferentes tipos de golosinas y es una marca alemana que se vende en casi todo el mundo. Y la hsitoria continúa, ahora crece también la variedad en la reciente línea de malvaviscos... Y, ¿por qué no? Haribo tiene hasta una aplicación para los teléfonos móviles Iphone.
Enlaces:
Gabriela Salgado, CAI, con información de Haribo, (actualización), febrero de 2015.