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Hugo Brehme: fotógrafo mexicano de origen alemán

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CAI (g) -Hugo Breheme nació el 3 de diciembre de 1882 en la ciudad de Eisenach, en el Estado federado de Turingia. Fue el hijo mayor de Theodor Albert y Ana Elise. En su fecha y lugar de nacimiento nada indicaba que se convertiría en uno de los mejores fotógrafos mexicanos, no sólo por sus crónicas gráficas de aquél episodio social e histórico que gustó conocerse como «Revolución Mexicana», sino por su labor pictórica que generó toda un imaginario de lo que era el país en ese momento.

Viajero de vocación conoce, apenas con 18 años, Togo, Camerún, Namibia y Tanzania, en expediciones geográficas donde además de experiencia laboral se mantenía fiel a su espíritu aventurero. Una malaria lo devuelve a su país, donde se recupera parcialmente, hasta que vuelve a hacer las maletas, esta vez a la que, sin saberlo, sería su patria adoptiva.

De 1905 a 1907 conoce México y algo en su mirada queda hechizada por los paisajes que allí observa. Regresa a Alemania para casarse y luego volver y establecerse en la capital mexicana, donde trabaja para distintos fotógrafos profesionales y comienza a retratar la revuelta insurgente que agita todo el país.Es en estos años (de 1910 a 1914), probablemente trabajando a las órdenes de la Agencia de Información Fotográfica, del gran Agustín Víctor Casasola, que sigue los pasos de soldaderas, batallones y caudillos varios, y así obtiene cientos de imágenes que para su presente y nuestra posteridad serán testimonios invaluables de lo que fue y sucedió durante esa particular guerra.

Es testigo de la entrada de Zapata en Cuernavaca, el 26 de mayo de 1911; le toca vivir y retratar las calles vacías y espantadas el mismo día de la Decena Trágica, en febrero de 1913. También atestiguará la invasión norteamericana del Puerto de Veracruz en 1914 o la entrada de Carranza en la Cd. de México en agosto del mismo año.

Intenta emigar a California en busca de un espacio y tiempo menos caótico y voraz, pero fracasa en su intento y, en consecuencia, permanecerá hasta el último respiro viviendo en suelo mexicano, donde influirá a dos de los grandes fotógrafos mexicanos de todos los tiempos: Gabriel Figueroa y Manuel Álvarez Bravo.

En los años veinte, ya con un poco más de calma, elabora los dos grandes proyectos editoriales que consolidarán su fama: México pintoresco; una selección de su obra, publicada en el país latinoamericano y donde destaca su papel como fotógrafo pictórico o paisajista. Y México. Arquitectura, campo y pueblo, la versión alemana de la obra antes citada, para lo cual permanecerá una larga temporada en Fráncfort, en la casa de su hermano, y desde donde se traslada a Berlín para asesorar el trabajo editorial.

Ya para esos tiempos era socio de Guillermo Weber, con el que había sacado adelante un estudio fotográfico, pero es en la década de los veinte que adquieren su primer estudio fotográfico, además de dar inicio a su colaboración en la Revista de la Sociedad de Fotógrafos de México, Helios, en la que permanecerá hasta mediados los treinta.En los años treinta, su obra es reconocida gracias a dos premios distintos: el que otorgó la exposición iberoamericana de fotografía en Sevilla, el primero; y el que lo hizo acreedor al primer premio de un concurso fotográfico en Portland (EE.UU.).

Lo más importante, sin embargo, es su labor de indirecto promotor turístico del país que le dio hogar, gracias a su constante trabajo para revistas como National Geographic, Life, Geo, etc. Y no porque de hecho lo sea, sino porque a través de sus imágenes publicadas en dichas revistas, Brehme contribuye a construir un imaginario mexicano, una visión del país en el extranjero.

Hugo Brehme moriría en 1954, el 13 de junio para más señas, siendo ya ciudadano mexicano, en la ciudad que lo adoptó definitivamente.

CAI (gordillo), -reposición- a 2 de diciembre de 2016.

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