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Los millones de alemanes que cada día se suben a una bicicleta siguieron hace poco con mucha atención un comunicado del Tribunal Supremo de Karlsruhe, que había corresponsabilizado de un accidente a una mujer que no llevaba casco al momento formar parte de un accidente.

La mujer se llama Sabine Lühr-Tank y en 2001, cuando se dirigía como cada mañana a su trabajo en bicicleta, chocó contra la puerta de un coche estacionado que se abrió sin previo aviso. Dice el periódico El País que el golpe que sufrió en el cráneo le obligó a estar varios meses en el hospital. Tres años más tarde, Lühr-Tank aún no puede acudir al trabajo con normalidad y ha perdido los sentidos del olfato y del gusto.

La aseguradora de la conductora que había ocasionado el accidente le ofrecía tan solo el 50% de la indemnización que le correspondía. Argumentaban que ella era corresponsable de lo que le había pasado por no llevar casco. Lühr-Tank recurrió a los tribunales, pero obtuvo una respuesta que no le satisfizo: la Audiencia territorial de Schleswig, al norte del país, redujo su porcentaje de culpa —del 50% de la indemnización pasó al 20%—, pero mantenía que la accidentada debía cargar con una parte de responsabilidad por su imprudencia. El Tribunal Supremo contradice esta visión y establece que Lühr-Tank tiene derecho a su indemnización íntegra.

Un veredicto de una audiencia territorial había dictaminado que quien no lleve protegida la cabeza no tiene derecho a recibir la indemnización que le correspondería si sufre un accidente por correr un riesgo innecesario. Pero la máxima instancia judicial de Alemania lo ve de otra forma: la ley no obliga a llevar casco, y los jueces de Karlsruhe no han querido abrir la puerta a imponer una obligatoriedad de llevar casco que en Alemania ninguna norma recoge.

Tanto el ministro de Transportes, Alexander Dodrindt, como la propia canciller, Angela Merkel, se han mostrado contrarios a regular el uso de casco para los ciclistas. La portavoz de la asociación de ciclistas –que aconseja usar el casco pero que teme que una obligación haría que muchos de los que todavía dudan entre la bici y el coche se inclinarían por el coche por cuestiones de comodidad- comenta al decisión de Karlsruhe en El País: “Hoy es un buen día para los ciclistas alemanes. Porque podemos decidir libremente si queremos llevar casco o no, y también lo podremos hacer en el futuro.”

CAI (k) con información de El País, a 19 de junio 2014.