El 31 de octubre de 1517 Martín Lutero, enfurecido, embriagado -tal vez con el amargo licor de la ira divina- y, en todo caso, decidido y ciego ante cualquier otra opinión o reserva, clavaría unos pergaminos en las puertas de la Iglesia del Castillo de Wittenberg. Los pergaminos contenían 95 tesis que atacaban sin miramientos las (mercantiles) tradiciones católicas, entre ellas la compra y tráfico de indulgencias.

Con ese gesto, con dichas tesis, el camino de la ruptura de la iglesia cristiana entera y la historia de una parte de la humanidad quedarían marcadas -y nunca mejor dicho- a sangre y fuego. Esta fecha se celebra en Alemania desde hace tiempo como el Día de la Reforma con motivo del suceso histórico arriba narrado, y da pie a distintos eventos, religiosos la mayor parte, pero también históricos e intelectuales.

En muchos sentidos la vida de Lutero y de la ciudad alemana de Wittenberg serán de suma trascendencia, no sólo para la historia particular de un país, sino para el destino de una parte de la humanidad. En Wittenberg inicia la Reforma -fenómeno que trastocará el rostro espiritual de muchas personas, cierto-, pero también inician allí (con la Reforma y su reacción) siglos de guerras y conflictos.

Tanto en un sentido positivo como negativo la llegada de Lutero a Wittenberg marca y debe ser objeto de la memoria. De hecho, faltan apenas 12 meses para que se cumpla el momento más esperado de las festividades "La década de Lutero" que en 2017 llegarán a su cumplimiento al celebrarse 5 siglos del nacimiento de este insigne personaje histórico y su Reforma. De 10 años para acá se han venido sucediendo distintos eventos y actos en conmemoración del pensador, religioso y reformista alemán y cada vez son más las expectativas por las celebraciones, especialmente en la ciudad de Wittemberg cuna de la Reforma.

Por otra parte, la biografía de Lutero es harto conocida: nace el 10 de noviembre de 1483 en la localidad de Eisleben, cerca de Eisennach; estudia en Magdeburgo (primero) y Eisennach (después). Más tarde entra como novicio en el convento agustino de Erfurt (corre el año de 1505) y pronto toma los votos religiosos y es ordenado sacerdote. Con 24 años cumplidos llega a la ciudad situada a orillas del río Elba -Wittenberg- para realizar estudios de teología. Lecturas, estricas prácticas ascéticas, desengaños y el propio carácter de hombre tan particular, convierten a Lutero en un reformador.

En 1512, después de un crucial enfrentamiento con la riqueza y el despilfarro y el deterioro moral de la cúpula católica en Roma; en pleno desarrollo de sus reflexiones teológicas y a la vista de las reacciones -y motivos- que impulsaban la venta de indulgencias -práctica bastante frecuentada en aquellos días-, Lutero escribe las "95 tesis", clavando lo escrito en las puertas de la Iglesia de Todos los Santos (entonces conocida como "Iglesia del castillo"), en vísperas justamente de aquella celebración. Es el 31 de octubre de 1517 y su texto se titula en realidad: Disputación acerca de la determinación del valor de las indulgencias.

Con ese gesto dan inicio una serie de reacciones, luchas, enfrentamientos en planos harto extremos y distintos, pues no se trató de una mera disputa teológico-retórica, sino de verdaderos sacudimientos políticos y de armas, provocados a partir de esa fecha. La historia los registra y nosotros no deberíamos olvidarlos a la ligera: "La Década de Lutero" está allí para refrescarnos su actualidad.

Enlaces:

www.wittenberg.de (página oficial de "La ciudad de Lutero"; en alemán e inglés)

www.luther2017.de (página oficial sobre las celebraciones "La década de Lutero"; en alemán e inglés)

CAI (gordillo), a 31 de octubre de 2017.