En esta época del año, las plazas centrales de las ciudades de Alemania se convierten en mercados de Navidad (“Weihnachtsmarkt”). En ellos se ofrecen todo tipo de productos para decorar, gozar o regalar en la época de Adviento.

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Hay varias páginas de Internet que enlistan los lugares que cuentan con uno de estos mercadillos, también conocidos como mercados de Adviento (Adventsmarkt). Sólo en el estado federado de Baviera puedes encontrar más de 440, en Baden-Würtemberg hay unos 340, en el Land de Renania del Norte Westfalia unos 390 y en todo el país alrededor de 2,500 mercados registrados (según datos del portal weihnachtsmarkt-deutschland).

Desde esferas y velas de todos colores y tamaños, hasta un delicioso “Glühwein” o vino ardiente acompañado de un tradicional bretzel o de una salchicha, absolutamente todo lo necesario para disfrutar la Navidad lo encuentras en estos tradicionales mercados. Casi todo está listo para que esta semana prendan las luces que los iluminan.

Además de la variedad gastronómica, también podrás encontrar nacimientos fabricados con diferentes materiales, coronas de adviento, galletas tradicionales, hombrecillos de madera con pipas para incienso, cascanueces y regalos para todos los gustos.

Algunos mercados ofrecen actividades culturales y recreativas para la familia. Hay varios que tienen un gran carrusel, otros cuentan con un nacimiento viviente o un San Nicolás que rompen con la monotonía comercial que tanto padecen los pequeños acompañantes. En otros se ofrecen conciertos o lecturas de cuentos tradicionales para todo público.

Los mercados navideños se remontan al año de 1498, cuando se montó uno en la ciudad de Augsburgo para ofrecer los panecillos y galletas típicas que se consumen durante el Adviento. A este mercado se le conocía como el “Mercado del niño Dios”. La casa del ayuntamiento utiliza su fachada para crear un enorme calendario de aviento, en el que las ventanas representan los días.Caminar por uno de estos alumbrados mercados es toda una experiencia para el oído, el olfato y el gusto. Las luces de los puestos y del árbol que decora las plazas principales, iluminan el camino de los visitantes; mientras que el olor a pan caliente, castañas asadas y vino ardiente abre el apetito de los buscadores de regalos.

Muchas familias acostumbran salir a caminar por los puestos y después cenan en uno de los puestos de comida caliente y disfrutan con amigos de una cerveza o un vino ardiente al son de los villancicos. Generalmente los viernes y sábados estos mercados amplían el horario para que los visitantes disfruten del ambiente típico que ofrecen sólo por un par de semanas.

Si tienes pensado visitar Alemania en esta época, no dudes visitar uno de estos mercados y deleitarte con todo lo que ofrecen. Pero eso sí, cierran a la víspera de la Navidad. Generalmente el 23 es el último día para recorrerlos.

Gabriela Salgado, CAI, -actualización- a 12 de diciembre de 2018.