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La “Schultüte”: dulce motivación para los alumnos primerizos
En 7 estados federados de Alemania, los niños ya tuvieron su primer día de escuela en este mes de agosto. Un día especial porque marca el inicio de un largo camino hacia la madurez, y por ende un día que en Alemania se celebra con un gesto especial: la "Schultüte".
Es el primer día de clases, y Marcus Helbig de 6 años de primer ingreso está ansioso por ir a la escuela. Y no sólo porque es su primer día, sino porque por fin puede llevar entre sus brazos ese cono grande y colorido que meses atrás veía solo en los aparadores de las tiendas. Él ha recibido hoy una “Schultüte” llena de sorpresas que mamá, papá y hasta los abuelos, han preparado para esta ocasión tan especial...
¿Quién no recuerda su primer día de clases?
Las “Schultüten” logran su cometido: que el primer día de clases sea un momento dulce y muy especial. “La foto con la Schultüte en el álbun de la familia es parte de nuestra vida, es uno de los recuerdos más lindos que tengo de la escuela y de la infancia” comenta Susanne Helbig, de 42 años, mamá de Marcus a quien encontramos en una tienda departamental buscando una “Schultüte” para su hijo, quien hoy ha comenzado la escuela. “Yo aún conservo mi “Schultüte”, la hizo mi mama, es rosa con flores amarillas” comenta con una sonrisa marcada por el recuerdo.“Hoy en día la mayoría de los padres optan por comprar una Schultüte ya terminada, es más fácil que hacer una y por la falta de tiempo es más práctico” agrega Susanne.
En las tiendas hay una gran variedad, las hay para todos los gustos. Impresas con los personajes favoritos de los niños. Desde una famosa esponja color amarillo, hasta un oso regordete come miel, princesas color de rosa para las niñas y robots, aviones y coches para los niños. Animales como delfines, caballos, mariposas y gatos son también algunas decoraciones de los conos.
El cono es de papel rígido y en la parte superior lleva un pedazo de tela para hacer un nudo y poder cerrarlo. Los conos oscilan entre los 15 y los 20 euros para la versión grande de unos 70 a 85 cms de largo y los pequeños andan entre los 8 y 10 euros de unos 45 a 60 cms de largo.
Estos cucuruchos conocidos en Alemania como “Schultüten” son una tradición cuyo orígen se remonta al siglo XIX. Originarias de Turingia y Sajonia, las primeras Schultüten fueron dadas conoocer en Jena en 1817. Le siguen Dresden 1820 y 1836 Leipzig. Fue hasta 1950 cuando las “Schultüten” llegaron al oeste de Alemania.
En aquél entonces, los pequeños creían que el maestro tenía un “árbol con conos de azúcar” (Zuckertütenbaum) en el sótano de la escuela y que cuando los conos estuvieran suficientemente grandes y maduros llegaría el momento de ir a la escuela.
Esta tradición empezó a propagarse de las grandes a las pequeñas ciudades a principios del siglo XX. Hubo un tiempo en que los maestros trataron de terminar con esta usanza, ya que por la forma, tamaño, y relleno del cono, se podía saber qué niño era rico y cuál no. Sin embargo, la tradición había arraigado ya con fuerza y la “Schultüte” era y sigue siendo parte importante de la cultura Alemana.
¿Qué lleva una Schultüte?
Para el pequeño Marcus es una sorpresa lo que su “Schultüte” lleva en el interior. Hasta que llegue a la escuela podrá abrirla y ver qué hay dentro. “Quería llegar lo más rápido posible a la escuela para poder abrir mi Schultüte” comenta Marcus entusiasmado. Su madre Susanne nos confieza que hasta un par de guantes para el invierno ha introducido al cono -la prevensión como otro "regalo" alemán.
Generalmente lo que más llevan estos "cucuruchos escolares" son dulces, chocolates, gomitas de azucar, galletas y malvaviscos. Algunos padres han sustituido las golosinas por frutas, o barritas de cereal, para evitar las caries o el sobrepeso en los niños. Por obvias razones también llevan utensilios para la escuela como lápices, plumas, gomas de borrar, cuadernos, sacapuntas, regla, CDs y quizá un par de libros. Susanne ha gastado unos 50 euros en la “Schultüte” para Marcus. Es más o menos lo que los padres invierten para un cono grande.
De regreso de la escuela Marcus pasará por la panadería cercana a casa, ya que ahí le darán una sorpresa más... pero sólo si lleva en sus brazos su “Schultüte”.
CAI, -actualización/reposición- agosto 2017.