En Colombia, las consecuencias del largo conflicto entre el gobierno y los grupos rebeldes se dejan sentir hasta el día de hoy. La organización humanitaria Johanniter apoya a la población local con asistencia médica, kits de iniciación para huertos y perros de terapia. Alemania les apoya con 1 millón de euros.

El largo camino hacia la paz

En 2016 se firmó un tratado de paz entre el gobierno y los rebeldes de las FARC en Colombia, que prometía al país la paz y la reconciliación, por fin, tras décadas de violencia. Pero el camino desde la firma del tratado hasta la aplicación de los acuerdos es largo y pedregoso. La desigualdad social, los excesos de violencia de los paramilitares y las bandas de narcotraficantes contra la población civil, y los desplazamientos internos asociados siguen caracterizando muchas regiones rurales de Colombia en la actualidad. Muchas personas no tienen ingresos suficientes, apenas tienen que comer, apenas tienen oportunidades educativas, pocas posibilidades de trabajo. Además, más de un millón de personas procedentes de Venezuela han buscado refugio en el país vecino desde el estallido de la crisis.

Kits de iniciación para huertos: horca, pala, semillas

Aliviar las necesidades más acuciantes de los colombianos está en la vanguardia del trabajo de Johanniter. Esto incluye alimentar a personas hambrientas. Por ejemplo, Johanniter distribuye paquetes de alimentos a familias necesitadas, especialmente en regiones remotas que reciben poco apoyo del gobierno. Los paquetes contienen atún, leche en polvo, arroz, pasta, judías y galletas.

Para hacer frente a la pobreza a largo plazo, también se forma a las comunidades para que planten huertos. Las familias que participan reciben un kit de iniciación compuesto por una horca, una pala y semillas. Sembrar, cuidar y cosechar juntos también fomenta la cohesión social, que se ha visto permanentemente dañada como consecuencia de largos periodos de conflicto violento y desplazamientos relacionados con el conflicto.

Peligro invisible: trampas ocultas

Hasta el día de hoy, los habitantes de amplias zonas de Colombia viven con el miedo constante a las minas. Los colombianos suelen sufrir graves heridas por las trampas ocultas. Johanniter les proporciona apoyo médico: ponen a su disposición prótesis, sillas de ruedas y muletas. Los habitantes de las regiones afectadas por las minas son capacitados para hacer frente a los riesgos. Así como Omar Castillo, de la provincia de Antioquia, que participó en un curso de capacitación e informa: "Aprendí mucho sobre los diferentes riesgos y tipos de trampas explosivas. Estoy muy agradecido por ello. Compartiré los conocimientos sobre las minas en mi comunidad".

Perros de terapia en uso contra el trauma

Hoy en día es ampliamente reconocido que los animales tienen un efecto curativo en el alma humana. Por eso, Johanniter cuenta con el apoyo de perros de terapia: los perros Cooki , Conchi, Bruno, Lisa y Milla siempre acompañan con entusiasmo a los miembros de Johanniter cuando visitan a personas que han sufrido violencia y están traumatizadas. Estos perros de terapia permiten a las personas abrirse y procesar experiencias negativas

Esthefany Cataño, miembro del personal local de Johanniter en Anori, conoce el valor del proyecto para la gente, especialmente en la tensa situación actual provocada por la COVID-19: "Gracias al apoyo de Alemania y al trabajo de Johanniter, podemos dar a la gente un poco de confianza y resolver sus necesidades más urgentes. Especialmente para los habitantes de las regiones desatendidas por el Estado, nuestro proyecto puede suponer un cambio real".

Compromiso político y financiero con Colombia

Las organizaciones humanitarias como Johanniter están haciendo una contribución insustituible para devolver la paz a Colombia. La labor humanitaria de los donantes internacionales se coordina a través de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Bogotá, que lleva muchos años realizando una importante labor de evaluación de necesidades y coordinación humanitaria. Con su compromiso político y financiero, Alemania trabaja para que las organizaciones humanitarias puedan seguir brindando apoyo a la gente de Colombia.